Otro mito firmemente sostenido es que las personas discapacitadas [disabled people] son dependientes y que las personas sin discapacidades [non-disabled peope] son independientes. En realidad nadie es independiente. Este mito se ve perpetuado por el capacitismo [disablism] e impulsado por el capitalismo -todxs somos interdependientes. Probablemente, con discapacidades o sin ellas [disabled or not], no cultivas toda tu comida. Probablemente, no fabricaste tu coche, tu bici, tu silla de ruedas, el metro, tus zapatos, el autobús... que te transportan. Probablemente no construiste tu casa. Probablemente no cosiste toda tu ropa (ni hiciste la tela ni el hilo con la que se cose). La diferencia entre las necesidades que tienen muchas personas con discapacidades [disabled people] y las necesidades de aquellxs que no son etiquetadxs como discapacitadxs [disabled] es que las personas sin discapacidades [non-disabled] han visto normalizadas sus necesidades. El mundo ha sido adaptado a algunas necesidades y, así, llama independientes a lxs que las tienen, mientras que otras necesidades se consideran excepcionales. Cada unx de nosotrxs depende de terceras personas, todos los días. Todxs dependemos de otrxs: apoyo, recursos y otras necesidades. Todxs somos interdependientes. Esta interdependencia no es debilidad; es, más bien, parte de nuestra humanidad.
A. J. Withers: Políticas y teoría de la discapacidad [disability]
Capacitismo sería un neologismo derivado de ableism para hablar de los prejuicios y la opresión ejercida individual y estructuralmente contra las personas con divergencias funcionales.
Precisamente el otro día estaba redactando un texto político con unas compañeras y una de las conclusiones fue que el Estado de Bienestar que se ha construido hace una separación entre lo productivo/reproductivo que hace que aquellos que tienen capacidad de generación de capital o de pago sean los que tienen derechos. El resto o bien son invisibles o tienen que depender de alguien o son tratados como si los derechos que les pertenecieran consistieran en cesiones y actos caritativos que el Estado tiene para con ellos.
Uno de los mecanismos que planteamos como necesario es de financiación: los subsidios o cualquier tipo de derecho social se financia con las aportaciones de los asalariados/autónomos a la SS. ¿Por qué no con el IVA, que es algo que absolutamente todo el mundo paga? Porque si financian mi bienestar con un dinero que yo he dado no es posible que me lo puedan quitar, no es posible que me hagan creer que eso no me pertenece, no es posible que me digan que no hay dinero para ello.
Bueno, de una manera mucho más compleja que no sabría resumir en este comentario, tu entrada me ha recordado a cómo la economía financiera ha conseguido que solo las personas con capacidad de pago (y eso implica un sesgo muy grande por género, edad, condición legal, diversidad funcional...) tengan derechos. El resto somos subsidiarios y nuestros derechos se financian con el dinero que aportan los asalariados. Obviamente, les tenemos que dar gracias a ellos por tener unos derechos que nunca han sido nuestros. :)
Entrada muy lúcida -y traducción también-, así como la reflexión que Sara hace en el comentario anterior. Desde el punto de vista de la educación, hace ya años que se viene tratando el asunto, acuñando terminología más inclusiva como "atención a la diversidad", que no sólo "nombra" como "diversas" las distintas necesidades educativas que tienen lxs alumnxs, sino que considera todas las necesidades -desde las de unx TDA a unx superdotadx, pasando por las de unx alumnx que se desplace en silla de ruedas o que tenga déficit auditivo, visual, etc.- como necesidades, primero diversas, y luego, además, todas igualmente importantes y dignas de ser atendidas.
Evidentemente, la atención a la diversidad parte de la idea de que, en mayor o menor medida, todo el alumnado es ACNEE (alumnxs con necesidades educativas especiales), por lo que la tendencia del sistema educativo, si se quiete "atender" a lo "diverso", es reducir el número de alumnos por aula, diversificar la metodología, flexibilizar la programación didáctica, etc. Algo que, como podréis imaginar, se hace imposible con el nuevo Decreto (contra)educativo aprobado por este (des)Gobierno.
En otro orden de cosas, pero al hilo de la idea central de tu post, subrayado en negrita, dejo el link de un documental que probablemente ya hayáis visto, pero que aún así merece la pena traer al caso, pues incide en esta misma idea, auqnue a partir del concepto de cyborg (Haraway, y todas esas cosas):
Este es el docu--> http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-cyborgsmuy-humanos/1440014/
Menudo rollo he metío...