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La homofobia mata

The ability of anyone in the culture to support and honor
gay kids may depend on an ability to name them as such.
Eve Kosofsky Sedgwick

Hace casi un año hablaba de la inciativa It gets better, el proyecto de Dan Savage que, mediante una Web y un canal de Youtube, animaba a lxs chavalxs que sufrían acoso homofóbico en los colegios e institutos (iniciativa que se "tradujo" al español con Tu vida va a mejorar y a que Google Chrome utilizó para este anuncio -venga, vale, es emotivo, sí).

Menos de un mes después, escribí sobre Put this on the map, el proyecto de un grupo de chicxs que pretendían reeducar a la sociedad en relación al género y a la sexualidad. Una de las frases de su vídeo es "This is not about how 'it gets better' when we get old. Do you want me to wait till later? Hell no!" [Esto no va de cómo 'va a mejorar' cuando crezcas. ¿Quieres que espere hasta más tarde? ¡No!].

Producimos una sociedad, no sólo dicotomizada (hombre/mujer, hetero/homo), sino en la que una de las partes del binomio está subordinada a la otra. Educamos a millones de chavalxs en esa sociedad. A través de los medios de comunicación, de los libros de texto, de las películas para menores de 13 años, de los juegos de mesa, de los cuentos infantiles, de la publicidad... patologizamos la homosexualidad e invisibilizamos el resto de sexualidades que quedan fuera del binomio homo/hetero. Utilizamos las palabras maricones y tortilleras delante de los niñxs. Les decimos que tienen que comportarse de acuerdo a ciertas normas que no entienden pero asumen. Interiorizamos que es normal [horrible palabra] que los críxs sean crueles, que se metan unxs con otrxs. Nos callamos cuando un niño de catorce años es acosado diariamente, y en el instituto y en casa lo saben. Nos callamos cuado leemos en redes sociales abiertas que se quiere suicidar y le contestan que se suicide, que es estúpido, feo, gordo y marica.

Como mucho, subimos un video en el que le decimos a él, a todxs esxs niñxs, que todo va a mejorar, que espere, que aguante. Que todo va a mejorar.

Pero para cuando todo haya mejorado y el mundo se haya convertido en ese pasto de piruletas y arcoiris del que hablamos, el niño ya se ha suicidado.


Todo va a mejorar

A raíz del Coming Out Day, saqué a relucir una iniciativa que el periodista estadounidense Dan Savage había desarrollado. Tras las olas de suicidios de adolescentes LGTB en su país, Savage decidió abrir un canal de videos para que hombres y mujeres madurxs y felices les dijeran a lxs adolescentes cuya no adecuación a la norma heterosexual les causaba malestar y tristeza, que todo iba a mejorar. Es el It Gets Better Project, con canal en Youtube y página en Facebook. Hasta Barack Obama ha participado.

Poco después, ha sido lanzada una iniciativa similar para hispanoparlantes: Tu vida va a mejorar. Su canal de vídeos sólo tiene, de momento, doce aportaciones y su grupo de Facebook cuenta con 150 amigos.

Lo que voy a contar ahora suena un poco raro, un poco loco. Hace unos años, yo hablaba con mi mano derecha. Mi mano no tenía una identidad propia, evidentemente, pero era ella, la mano derecha, quien me decía lo que yo quería oír: "Loreto, todo va a salir bien", "Loreto, no te preocupes, esta noche estarás durmiendo en tu cama y nada de todo lo horrible que has imaginado que te va a pasar habrá pasado", etcétera, etcétera, etcétera... Por la noche estaba en mi cama y nada de lo horrible que había imaginado había pasado. La mano derecha nunca mentía. Por eso, cuando me decía que todo iba a salir bien, no me quedaba más remedio que creerla. Es curioso los mecanismos que los seres humanos nos inventamos para sobrevivir.

Me parece precioso que alguien haya pensado en todxs esxs adolescentes cuyo yo interno les grita que todo va a salir bien, desde el corazón, desde el alma, desde el fondo de sus pulmones (incluso desde su mano derecha), pero a quienes todo el ruido de su angustia les impide escucharla, les impide creerla. Me parece precioso que alguien haya pensado en ser esa voz para aquéllxs que se hayan quedado mudxs, para aquéllxs que hayan perdido la confianza en su mano derecha porque, un día, todo lo horrible ocurrió.

Yo también quiero formar parte de esa voz que grita.

Todo va a mejorar.


Coming Out Day


Es mejor ser odiado por ser quien eres que querido por ser quien no eres.
André Gide

En cualquier reunión en la que, de forma distendida, salen a relucir experiencias en relación a la orientación sexual, siempre hay alguien (ya sea homo, bi o hetero) que pregunta: "¿Y cómo salisteis del armario?". Lo que puede parecer un anecdotario banal es en realidad el relato de la construcción identitaria de un número de personas.

Como ya comenté en relación a otra entrada, el proceso no tiene por qué ser lineal: un estudio de Paula C. Rust, en 1993, huía de los modelos de desarrollo en relación a la construcción de la identidad y construía uno nuevo en el que no existe una "meta" (hetero u homo), sino que hay idas y vueltas continuamente, ya que la identidad no es más que un constructo social que cambia cuando las definiciones y la misma sociedad cambian.

En 1988, Estados Unidos celebró el 11 de octubre el primer National Coming Out Day (Día Nacional para Salir del Armario), organizado por Robert Eichberg y Jean O'Leary con motivo de la Segunda Marcha por los Derechos de Gays y Lesianas en Washington D.C. Actualmente se ha extendido a Suiza, Alemania, Canadá, Croacia, Polonia y Reino Unido (el día 12). En Estados Unidos se está viviendo con una sensibilidad especial, dados los últimos casos de suicidios de adolescentes debido al acoso homofóbico que sufrían.

Yo salí del armario ante mí misma entre líneas, literalmente. Escribí, con diecisiete años, "últimamente pasan cosas por mi cabeza que no voy a concretar por si alguien encuentra esto, pero mi yo futuro sabrá a qué me refiero". Y ahora escribo un blog que se llama Nación Lesbiana... Sí, tu yo futuro sabe a qué te referías.

Usted no es un ser desnaturalizado ni abominable, ni está loca; usted es una parte de lo que la gente llama naturaleza, como cualquier otro ser; sólo que es inexplicable porque… aun no tiene su lugar designado, definido, en la Creación.
Radclyffe Hall

El armario (o clóset) es una metáfora psicoanalítica que hace referencia a una parte del inconsciente. David Tettke sitúa el primer uso de armario como símbolo del secreto en el siglo XVII. A mediados del siglo XX, comenzó a utilizarse en relación a la orientación/opción sexual del sujeto. Antes de la I Guerra Mundial, salir del armario tenía connotaciones de entrada más que de salida, entrada en un submundo homosexual.

Un siglo antes de los disturbios de Stonewall, en 1869, Karl Heinrich Ulrichs abogaba por la autodesignación pública como medio de emancipación. Desde entonces, la invisibilidad ha sido considerada como uno de los mayores males de la vida LGB. A raíz de los suicidios juveniles de las últimas semanas, el periodista Dan Savage ha lanzado el proyecto It Gets Better (Mejorará), una plataforma destinada a animar a lxs chavalxs que estén saliendo del armario y estén sufriendo desprecios e incomprensión.

Un profesor abiertamente gay, en segundo de carrera, comentó en relación a su propia experiencia que la expresión "opción sexual" es una barbaridad, que ninguna persona que tuviera la posibilidad de elegir ser homosexual o heterosexual elegiría lo primero. Pensé "cuánta razón tenía" y utilicé ese argumento en más de una ocasión. Mentira. No quiero entrar en temas de opción/orientación pero, ahora mismo, si pudiera elegir entre ser homosexual o heterosexual, elegiría ser homosexual.

Con diecisiete años pensé que lo había asumido. En segundo de carrera pensaba que estaba completamente fuera del armario. Pero no tenía ni idea, mentira todo. Cómo me hubiera gustado, con nueve años, y con diecisiete años, que alguien me dijera "it gets better". Eso sí, ahora se lo puedo decir yo a quienquiera que me lo pregunte.