De(pos)lenguaje



Las grandes ideas, y el feminismo lo es, pueden expresarse de manera sencilla. Si no, no son grandes ideas. [...] El lenguaje oscuro ha sido siempre una de las mayores herramientas del poder [...]. Cada mujer agotada, cansada de su vida, y son muchas, guarda en potencia a una feminista. Y para ello no hace falta haberse leído ni a Simone de Beauvoir ni a Judith Butler ni a Amelia Valcárcel.
Rosario Hernández Catalán


Se me han mezclado la jornada de ayer en la Karakola y el curso al que estoy asistiendo en Traficantes sobre psicoanálisis lacaniano.

Unas compas hicieron posible que Julieta Paredes pudiera estar en Madrid hablando sobre feminismo comunitario. Julieta, de Mujeres Creando Comunidad, tiene, entre otros, un libro llamado "Hilando fino: Desde el feminismo comunitario". Red Nosotras En El Mundo estuvo emitiendo en streaming, no sé si subirán el audio. La charla y el turno de debate fueron muy emocionantes. Me gustó el lenguaje y me gustó el contenido, pensando cada vez más en términos de comunidad y en interdependencia. También pensé que me habría gustado que muchas personas importantes para mí estuvieran ahí escuchando.

¿A qué viene el curso de Traficantes de psicoanálisis lacaniano? A que ahí no entiendo nada. Entiendo, claro, pero todo exige un gran esfuerzo mental de traducción de vocabulario, y no hablo solo de conceptos específicos, y no hablo solo de psicoanálisis lacaniano. No habría problema si todas las referencias y palabras que utilizaran/utilizáramos en determinados contextos fueran realmente necesarias porque reflejasen un significado realmente único, pero cada día dudo más de que así sea.

Si no puedes explicárselo a mi abuela, no es mi revolución.

A los estudiantes con los que trabajo se les ha enseñado a dar a los libros mucha más autoridad de la que dan a sus vidas [...] El lenguaje innecesariamente especializado se utiliza para humillar a quienes se supone que no deben sentirse autorizados para entenderlo. Vende la ilusión de que sólo quienes pueden manejarlo son capaces de pensar.
Aurora Levins Morales (2001 [2004]): "Intelectual orgánica certificada" en La Eskalera Karakola (ed.): Otras inapropiables. Feminismo desde las fronteras. Madrid: Traficantes de Sueños. Licencia de reproducción Creative Commons.


Mear

Cómo mear como una persona trans (How to Piss Like a Trans Person, 2013)




Elx autorx es Dmitri. Hay un texto junto a la obra, que dice (lo traduzco del inglés):

Todo el mundo necesita usar el baño, pero solo algunxs de nosotrxs tenemos que entrar en complicadas negociaciones políticas y arquitectónicas para utilizarlos. El hecho es que es más fácil acceder a los baños para algunxs de nosotrxs que para otrxs, y la gente que nunca piensa dónde y cómo pueden hacer pis tiene mucho control sobre cómo nos sentimos el resto a la hora de usar el baño [...] ¿Quién tiene el privilegio de saber que cualquier baño va a responder a sus necesidades? Todo el mundo necesita utilizar el baño, pero no todos nosotrxs podemos.
Simone Chess, Alison Kafer, Jessi Quizar, and Mattie Udora Richardson (miembros de PISSAR -People in Search of Safe and Accessible Restrooms-): "Calling All Restroom Revolutionaires"

Además de en las identidades y expresiones de género no normativas, esto me hace pensar en la diversidad funcional. También me acuerdo de Basura y género. Mear/Cagar. Masculino/Femenino (Beatriz Preciado) y de Genderpoo (Coco Riot).


¡Bingo!

El año pasado escribía sobre la manifestación por la despatologización trans y sobre los privilegios cisgénero. Hoy marchamos en Madrid (y en otros municipios) por el orgullo transfeminista:

Cada año somos más, nuestras luchas por unos cuerpos que nos pertenecen, se cruzan, haciéndose más amplias y plurales, más grandes. Todas aquellas personas que estamos fuera de la normatividad corporal, sexual, racial, de clase, que exige esta sociedad, gritamos más fuerte que nunca: que yo habito mi cuerpo y "OTROS CUERPOS SON POSIBLES".

Para pensar el privilegio, añado traducida el bingo delx llorica privilegiadx. Se diseñó en un principio en relación con el privilegio racial (como este), pero se ha ido ampliando para otros privilegios. Mi traducción es de esta imagen.





Felices/Normales


Descripción de la imagen: Fotograma de la película Harry Potter y la órden del fénix (David Yates, 2007), en el que el personaje de Luna Lovegood dice: "Estás tan cuerdo como yo".

No lo hago a propósito aunque siempre me salga escribir sobre locura el día de la salud mental. Este año la Confederación Española de Agrupación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental lanza una campaña llamada Queremos ser felices, y el título del manifiesto es No nos conformamos con ser normales. Queremos ser felices, en alusión a la obra de Jeanette Winterson ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, de la que hablaba en otra ocasión.

La semana pasada se publicaba la noticia de una mujer no armada asesinada en Washington por la policía tras una persecución provocada por el choque de su vehículo contra una zona protegida por bolardos del exterior de la Casa Blanca. Ahora la pieza ya está actualizada, pero en su momento el dato de que "tenía antecedentes de problemas de salud mental" no parecían tener ninguna relación con el artículo (ahora es ese directamente el titular, aunque sigue sin tener ninguna relevancia). ¿Problemas de salud mental? ¿Antecedentes? ¿Qué es eso exactamente? ¿Por qué lo saben lxs periodistas? En algún momento de mi vida podría haber dicho: "¿a qué se refieren? no es lo mismo que sea esquizofrénica a que haya tenido alguna vez síntomas depresivos, por ejemplo". Ahora sé ya que esa división entre locxs-de-verdad / normales-con-algún-problema es tremendamente tóxica y no hace más que repetir los patrones segregacionistas.

Hago el horror de citarme a mí misma en una entrada pasada en la que resumía algunos conceptos de la lucha anti-capacitista y anti-mentalista:

Cuando se habla de diversidad funcional  y neurológica, el imaginario suele llevarnos a arquetipos de movilidad reducida, aunque la diversidad funcional (física, neurológica, cognitiva, psicológica) es amplísima y no siempre es visible. En el movimiento por la diversidad funcional en Estados Unidos y Canadá hay mucho trabajo en la diversidad cognitiva relacionada con el autismo (en Tumblr hay mucho activismo cibernético de autistas y aliadxs). Hay un activismo parecido con la diversidad psicológica-psiquiátrica, el mad pride (orgullo loco), que se inició en Canadá pero que ha tenido segumiento en Estados Unidos y en Reino Unido. Se reapropia de términos como mad, nutter o psycho. El movimiento más importante en relación al mentalismo (capacitismo relacionado con la diversidad psicológica-psiquátrica) es de los supervivientes de la psiquatría y la antipsiquatría. No todos los activismos de la diversidad psicológica-cognitiva son antipsiquiátricos, pero sí todos luchan en pro de una mejor psiquiatría y de más autonomía y capacidad de decisión en los tratamientos.

Precisamente hace un par de días hablaba con L. sobre mi relación con mis diagnósticos y mi "psiquiatrización". Desde las corrientas postmodernas del feminismo hablan/hablamos de la centralidad del discurso: el cuerpo como discurso, nosotrxs como discurso, las enfermedades como discurso... Me gustó mucho cómo Beto Preciado, en la Somateca, hablaba de los diagnósticos como ficciones políticas, del sida, en concreto, como ficción política, pero, y cito de memoria, "pero la gente muere de sida, para Foucault todo era discurso y Foucault murió de sida". Así surgieron las ficciones políticas vivas. Los diagnósticos psiquiátricos serán producto de una sociedad neoliberal obsesionada con la productividad, y mi dependencia del prozac estará íntimamente relacionada con las necesidades de la industra farmacéutica, pero eso no hace que deje de pensar que estaría muerta si no fuera por el prozac o por mi psiquiatra. Ficciones políticas vivas. ¿Qué haría Deleuze con esto? (¿por qué siempre nos olvidamos de Guattari?)

Descripción de la imagen: Viñeta titulada Los trastornos mentales no son adjetivos. En el centro, de unos labios salen diferentes bocadillos: "¡mi madre me chilló ayer! ¡es tan BIPOLAR!", ""casi me provocas un ataque de pánico!", "¡estás súper anoréxica!", "¡para de ser tan psicópata!"; "¡mi TOC sale a la luz otra vez!", "oh, sí, ayer me sentía realmente deprimidx", "¡te juro que estoy como retrasado!"; "estuve despiertx hasta la una, ¡mi insomnio es un asco!"



Gorda

Descripción: Un hombre le dice a una mujer "Sabes, ni siquiere te veo rellenita. A mis ojos, eres perfecta, no eres "gorda", eres preciosa"; ella le contesta: "en realidad, gilipollas, soy ambas cosas".
Fuente

 
Siempre he estado más o menos a dieta. Eso no quiere decir que me haya limitado mucho o que haya seguido planes estrictos más que en (muy) pocas ocasiones, sino que siempre había una parte de mi cabeza que estaba a dieta, lo que no hacía que dejara de comer, pero sí que me sintiera culpable al hacerlo. (Lo que me recuerda, en relación a una conversación del otro día, que este es uno de mis pecados biopolíticos...).

Llevo poco tiempo leyendo cosas sobre gordofobia, liberación gorda y activismo gordo, pero aún así ya he hecho descubrimientos bastante interesantes (aunque prácticamente todos en inglés).

Hay un tumblr muy interesante llamado This is Thin Privilege (Esto es Privilegio de Delgadxs), donde la gente sube experiencias relacionadas con la gordofobia. He aprendido mucho, sobre todo sobre la no-correlación entre delgadez y salud y sobre mis propios prejuicios acerca de la gordura.

Este es un artículo muy interesante (en inglés) sobre la interseccionalidad de privilegio delgado y otras variables (específicamente raza y género). Aquí otro (también en inglés) sobre por qué la liberación gorda es algo totalmente queer. Y aquí una entrada (inglés) sobre cómo no ser unx gilipollas con tus amigxs gordxs.

En español también habrá cosillas interesantes, pero he encontrado menos. En su momento, La Letra Escarlata escribió sobre gordofobia, por no hablar del fanzine online Gorda! El blog Cuerpos Positivos también tiene muchas entradas interesantes sobre aceptación y positividad corporal.

Todo esto viene a que, como cada lunes, vuelvo a ponerme a dieta. Y a que no encuentro ropa para mí en muchísimas tiendas. Y ambas cosas pese a que yo me veo estupenda.





Cuerpos sexuados



Tenía muchas ganas de leer entero Cuerpos sexuados: la política de género y la construcción de la sexualidad (Anne Fausto-Sterling, 2000). Lo guardaré en la misma estantería mental que La construcción del sexo: Cuerpo y género desde los griegos hasta Freud (Thomas Laqueur, 1990) o Ciencia, cyborgs y mujeres (Donna Haraway, 1991). La estantería se llama respuesta a "si me parece muy bien todo esto del feminismo y de la construcción social del género, pero biológicamente blablabla". Aunque sea un nombre un poco largo para un rótulo.

Fausto-Sterling se define como bióloga, feminista e historiadora de la ciencia. El libro empieza con la historia de María Patiño, vallista española que fue expulsada de los mundiales de Kobe de 1985 por no pasar el control de género. Dedica varios capítulos a hablar de intersexualidad, tras lo que se centra en cómo se han entretejido (y siguen entretejiendo) ciencia y cultura a la hora de sexualizar y "dicotomizar" el cuerpo, el cerebro y las hormonas.

"Nuestros cuerpos son demasiado complejos para proporcionarnos respuestas definidas sobre las diferencias sexuales. Cuanto más buscamos una base física simple para el sexo, más claro resulta que 'sexo' no es una categoría puramente física [...]. Mi intención es mostrar la dependencia mutua de estas afirmaciones, en parte abordando temas como la manera en que los científicos (a través de su vida diaria, experimentos y prácticas médicas) crean verdades sobre la sexualidad; cómo nuestros cuerpos incorporan y confirman estas verdades; y cómo estas verdades, esculpidas por el medio social en el que los biólogos ejercen su profesión, remodelan a su vez nuestro entorno cultural" (pp. 19-20).

Aquí se puede acceder al pdf del libro en inglés.

La imagen está extraída de ese documento (página 59).
Descripción de la imagen: regla falométrica sobre el tamaño del clítoris/pene tras el nacimiento del bebé. De 0 a 1 centímetro: es una niña y un clítoris médicamente aceptable; de 2,5 a 5 centímetros: es un niño y un pene médicamente aceptable; entre 1 y 2,5 centímetros: ¡es inaceptable! ¡hay que operar!