rabia


Ya te avisa la Biblia, "mejor es morar en tierra del desierto, que con la mujer rencillosa e iracunda". Estuve hablando con G sobre la rabia, sobre cómo las personas socializadas como mujeres manejamos el enfado. He estado leyendo desde entonces sobre ello, sobre cómo a veces no sabemos procesarlo y sobre la falta de referentes de mujeres cabreadas, pese a tener (o precisamente debido a tener) todas esas imágenes estereotipadas en la cabeza: la histérica, la loca del coño, la feminazi. En el caso de las mujeres no blancas el cliché es todavía más recurrente, un tropo que tiene hasta página en la Wikipedia.

En 1589, una mujer llamada Jane Anger escribió "Protection for Women", un breve texto contra la supremacía masculina, y otros tantos panfletos rabiosos. Y sí, Jane Anger estaba muy cabreada: "it was ANGER that did write it" (con un juego de palabras con su apellido, Enfado, pseudónimo o no, aún se debate). En este artículo se recorre el enfado en la literatura feminista desde Jane Anger hasta Virginia Woolf, pasando por Wollstonecraft, y habla de los feminismos de los sesenta como la cúspide del enfado. ¿Quién puede olvidarse del Manifiesto SCUM? (*triple alerta de capacitismo, oigausté).

Parte de esos feminismos tan blancos le decían a las mujeres negras que reprimieran su furia por el bien de la estabilidad del movimiento. bell hooks escribe en su libro Killing Rage: "Lxs blancxs han colonizado a lxs estadounidensxs negrxs, y parte de ese proceso de colonización ha sido enseñarnos a reprimir nuestra rabia, no hacerles nunca objeto de ese enfado que nos hace sentir el racismo".

En 1981, Audre Lorde dio una conferencia sobre los usos del enfado: The Uses of Anger: Women Responding to Racism y sobre no callarse ante el racismo de las compañeras blancas solo para evitar que se sientan culpables: "Todas las mujeres tienen un arsenal de rabia bien provisto, potencialmente útil contra las opresiones, personales e institucionales, que dan vida a esa misma rabia. Enfocada con precisión puede convertirse en una poderosa fuente de energía para el progreso y el cambio (...). No puedo esconer mi rabia para ahorrarte culpa, sentimientos heridos, o tu rabia de vuelta; porque hacer eso insultaría y trivializaría todo nuestro trabajo. La culpa no es una respuesta al enfado, es una respuesta a tus acciones o a tu falta de acción. Si lleva al cambio puede ser útil, pero entonces ya no es culpa sino aprendizaje. Demasiado a menudo, la culpa es solo otro nombre para la impotencia (...), la última protección de la falta de cambio". (Aquí me duele un poco pero bajito bajito, porque la culpa es esa otra gran arma del patriarcado tan difícil de pelear). Dice Lorde: "Mi rabia me ha traído dolor pero también la supervivencia, así que antes de abandonarla tendría que asegurarme de que tenemos otro instrumento tan poderoso como ella".

En esta reflexión (un tanto obsesiva) sobre el enfado, también me inquieta cómo intersecta con el capacitismo, cómo cada vez que el enfado (siempre legítimo, ¡cómo no vamos a estar enfadadxs!) se expresa por cauces no normativos o neurodiversos (o simplemente se expresa, eso ya es de por sí bastante poco normativo y bastante neurodivergente), el peso violento de la norma capacitista cae sobre la valiente.

Las pocas veces que me enfado y que no sé cómo gestionar la rabia, me acuerdo del bonito manifiesto de Lemebel, de H.I.J.O.S. y de Stefan Zweig, de ese "nuestra venganza será ser felices" (dándole una vuelta, o dos, o mil, a la "felicidad", claroestá).

Pero otras veces solo quiero romper cosas y pegar muy fuerte.


un stonewall blanco y cis


En septiembre se estrena en Estados Unidos, con mucha expectación, Stonewall,  una película dirigida por Roland Emmerich sobre las revueltas de 1969. Hace muy poco ha salido el trailer:


Y... bueno. La gente se ha enfadado. Se ha enfadado mucho. No está mal recordar a las caras visibles de Stonewall, a ver cuántos hombres blancos cis como el de la película protagonizaron las revueltas.



Marsha P. Johnson (1944 – 1992) 

Una mujer trans negra, drag queen, activista LGTBQ, trabajadora sexual. Cofundó junto con Sylvia Rivera, Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR), un grupo de mujeres trans sin hogar. También participó con Act Up en la lucha contra el sida y el estigma.

Sylvia Rivera (1951-2002)
Una mujer trans latina, drag queen, activista LGTBQ, trabajadora sexual. Cofundadora de STAR, del Gay Liberation Front y de la Gay Activists Alliance.

Stormé DeLarverie (1920 - 2014) 
Una lesbiana butch, birracial, drag king. Activista LGTBQ y contra la violencia de género.

Una mujer trans negra. Activista LGTBQ y activista contra el complejo industrial de prisiones.


Por supuesto que fueron muchas más las personas involucradas en la revolución de Stonewall. Y por supuesto que hubo gente con todo tipo de identidades de género y razas. Pero si fueron algunas personas quieren "prendieron la chispa", como dicen en uno de los carteles promocionales de la película, fueron mujeres negras, latinas, trans, trabajadoras sexuales, y no hombres blancos cis.

Se ha propuesto un boicot contra la película. Aquí hay una recopilación de twits (en inglés) sobre las reacciones tras la difusión del trailer, y aquí un listado con recomendaciones de filmes sobre Stonewall que no son Stonewall.


tatiana de la tierra

las lesbianas insisten en documentar su lesbianismo.
así perseveran las lesbianas, repitiendo lo que son: lesbianas.
todas las lesbianas están hechas de mujeres que regresan a sí mismas.
tatiana de la tierra


Hace unas semanas, Seres Extrañxs me descubrieron a tatiana de la tierra y, ay, cómo he podido vivir tanto tiempo sin conocerla.

Poeta, activista, bollera, latina, migrante, marrana.

Y ahora no sabría por dónde empezar. ¿La biografía clásica? Nació en Colombia en 1961, se crió en Miami y se educó en Florida, Texas y Nueva York. Murió en 2012. ¿La biografía que ella escribió? (en inglés tiene una versión más larga).

Nació en Villavicencio, Colombia, América del Sur el 14 de mayo de 1961.
Era dulce, tierna, obediente y amorosa.

Emigró a Mayami, Florida en 1969.
Se emputó para siempre.
Se volvió roquera y marihuanera. 

Se graduó de South Dade Senior High en Homestead, Florida en 1979.
Se transformó en una hippie. 

Se graduó de Miami-Dade Community College con un Associate in Arts en 1981.
Se enamoró de una mujer salvaje.
Se convirtió en una mujer salvaje. 

Se graduó de la Universidad de la Florida con un Bachelor of Science en psicología en 1984.
Se convirtió en una lesbiana odia-hombres.
Se hizo masajista.
Se hizo prestamista.
Se hizo gitana.
Se hizo una femme con botas de combate.
Se hizo editora.
Se hizo activista.
Se hizo salsera.
Se hizo hedonista.
Se hizo escritora.
Se hizo pobre.

Se hizo ciudadana de los Estados Unidos de América en 1995.
Todavía estaba emputada.

Se graduó de la Universidad de Tejas de El Paso con una Master of Fine Arts en creación literaria en 1999.
Se hizo profesora.
Se hizo escritora con credenciales.
Se hizo pornógrafa.

Se graduó de la Universidad de Buffalo en Nueva York con una Master of Library Science en 2000.
Se hizo bibliotecaria.

Y la moral de este cuento es: una niña emputada se hace lo que le da la gana.

¿Qué voy a añadirle yo a eso?

Le han publicado en muchas monografías (incluida This Bridge We Call Home, editada por Gloria Anzaldúa en 2002) y revistas. Ella misma coeditó dos revistas lesbianas latinas en Miami: esto no tiene nombre (1991-1994) y conmoción (1995-1996). (¡He estado googleando y no encuentro ejemplares!).

Su primer libro fue For the Hard Ones: A Lesbian Phenomenology / Para las duras: Una fenomenología lesbiana y luego también publicó los fanzines Porcupine Love and Other tales from My Papaya y Píntame Una Mujer Peligrosa. 

Me encanta su Oda a las lesbianas desagradables:
me encanta una lesbiana fea
que camina coja
que habla con un ceceo
que deja su caja de dientes en el lavamanos en la noche
se viste con pantalones de poliéster
se unta colonia barata de hombres
tiene una barba tan larga que se para en ella
le brotan verrugas en los doce dedos de sus pies
carga una escupidera en el bolsillo
se seca el sudor con un pañuelo de papel periódico

sueño con una lesbiana sin dinero
tan pobre que no tiene carro ni monedas para el autobús
camina descalza por las calles dondequiera
lava la ropa con agua de lluvia
les roba a las super tiendas
estafa a los hombres de negocios
prende fósforos en su pierna de madera
hace una parrillada de pájaros en su carrito de compras
los sazona con sal nomás
se chupa los dedos bajo la luz de la luna

tengo ansias de una lesbiana regorda
tan grande que no cabe dentro de la puerta de Starbucks
y tienen que construir un café afuera para ella
tan gorda que se pone pulseras en los dedos
su estómago es un tambor
sus estrías son grabados jeroglíficos
es tan pesada que los platos tectónicos se mueven debajo de sus pies
tan grande que el Lago Maracaibo es su bañadera

Roma escribió una entrada sobre ella con el poema "Para que no me olvides", con el que nos la descubrió, y más información interesante. Y tantas barbaridades hacen que las mujeres con barba me pongan sentimental. 



el afecto es revolucionario



Podríamos entender las relaciones amorosas, afectivas y/o sexuales, partiendo de esta idea: el amor ni empieza ni acaba obligatoriamente en el dúo sino que puede tener otras formas; crear, en lugar de estructuras cerradas, “polículas”, “núcleos afectivos”, como propone la (h)artivista Marian Pessah, que se puedan relacionar entre ellos, que se alimenten, que compartan espacios físico y/o emocionales. Crear rizomas, campos de patatas interconectadas entre sí, con lugares de unión y zonas de tránsito, con núcleos acentrados y solidarios. El amor, en esta imagen, no es la patata: una patata por sí sola no es más que un pobre tubérculo. El amor, nuestra vida amorosa, afectiva, sexual es todo el campo, todas las relaciones que establecemos los unos con las otras, y las relaciones de todos ellos con todos los demás. Un sistema de alimentaciones multidireccionales y constantes, de cuidados compartidos, una red o, como apunta el activista David M., un sistema de amores de código abierto, como Linux: sin propiedad, sin forma final y preestablecida, sino en constante transformación gracias a las aportaciones de la comunidad que lo compone.

(Romper la monogamia como apuesta política, Brigitte Vasallo, 2013)

amor. (en)amor(arse). (desen)amor(arse). (en)amor(adxs). (h)amor. (des)amor. (hacerel)amor.

lo personal es político.

afectos. cuidados. construir. (de)construir. (re)construir.

La anarquía relacional cuestiona la idea de que el amor sea un recurso limitado que sólo puede ser real si se limita a una pareja. Tienes la capacidad de amar a más de una persona, y una relación y el amor que sientes por esa persona no hace disminuir el amor hacia otr*s. No clasifiques ni compares personas y relaciones, aprecia las individualidades y tu conexión con ellas. Una persona en tu vida no tiene por qué ser nombrada como principal para que la relación sea real. Cada relación es independiente, y es una relación entre individu*s autónom*s.

leemos a mari luz esteban. y a helen torres y bengala&magnafranse. y a coral herrera. y todo lo que pillamos sobre deconstrucción del amor romántico. y compartimos. y hablamos. y vamos a talleres y asambleas y charlas y debates. y nos deconstruimos y nos reconstruimos y nos destruimos y nos volvemos a construir. e identificamos las piececitas que nos componen y las cogemos y las tocamos y las tiramos por el suelo de la habitación y las tuneamos y las volvemos a colocar, ordenadas, desordenadas, nos olvidamos alguna debajo de la cama y nos ponemos alguna de más.

pero luego a veces de repente zas y te atraviesa y duele y todas las piececitas han estallado sin que se lo hayas pedido y qué haces y deleuze no se mete en la cama contigo por las noches.

y entonces piensas que es porque acabas de empezar y porque no sabes y porque eres joven y lees más y vas a más reuniones y tienes más experiencias y las compartes más pero luego zas y te atraviesa y duele y las piececitas otra vez por los aires y mari luz esteban tampoco se mete en la cama contigo por la noche.

Hemos vencido las morales, las vergüenzas y las leyes que nos quieren dóciles y castas. Pero el dolor de barriga cuando afrontamos la ruptura de la monogamia no se cura con manifestaciones ni pancartas. (...) Desde la ruptura formal de la monogamia hasta la construcción de relaciones no monógamas hay un abismo. Y en ese abismo es donde está la potencialidad del movimiento: en las dudas, en los límites, en los miedos, en los pasitos adelante y los saltos atrás. Su carga subversiva, si la tiene, vendrá de los gestos cotidianos, no de las grandes heroicidades que deben su imaginario a tiempos jerárquicos e individualistas que queremos dejar atrás, que pertenecen a un mundo donde el dolor, la vulnerabilidad, el cuidado, los vínculos, la empatía, ni siquiera existen. Nos han impuesto sus formas durante siglos con resultados deplorables.

Saber dónde están nuestros límites, nuestros dolores, nuestros anhelos, nuestros sueños, y saber al servicio de quién están forma parte de un mundo nuevo. Acompañarnos en nuestros caminos, en nuestros pasos y saltos, amarnos desde los gestos pequeños y construir dúos, tríos, o redes desde otros lugares que sean liberadores, espacios amorosos en los que dejarnos caer, temer, sufrir y también acertar, transformarnos y construirnos es, tal vez, nuestra apuesta más radical.
(El poliamor 'is the new black', Brigitte Vasallo, 2014)

y cuando duele más es cuando más fácil resulta querer volver atrás; pero es muy tarde, ya no puedes pensar los afectos de la misma forma que antes. como los feminismos, te joden la vida al mismo tiempo que te la salvan.

claro, si no doliera tanto no sería tan difícil. pero es que lo otro duele más. lo otro es ya más difícil todavía. y qué bonito, qué bonito es también este camino.

Como no nos enseñan a querernos ni en los principios ni en los finales, solemos creer que el desamor es el inicio del odio. Como no nos enseñan a decir adiós, resolvemos las rupturas con batallas románticas, creyendo que todos los finales tienen que ser trágicos. No sabemos despedirnos tampoco de nuestros seres queridos cuando mueren, ni de las etapas que vivimos, ni de las relaciones que nos hacen felices. (...) Porque aunque el amor romántico no dura para siempre, puede transformarse, reciclarse, mutar y convertirse en una relación bonita. Y también puede, sencillamente, apagarse, sin más. Y no pasa nada.
(El amor no dura para siempre, Coral Herrera Gómez, 2015)



Imagen: Es una pintada en Lavapiés de la Asamblea Feminista Panteras. Ya no es el conocido (y también importante) "NO somos amigas, nos comemos el coño", sino que somos amigas y nos comemos el coño. Sin peros. 


musulmán o loco

Mezquita central de Madrid (Tetuán), en enero, después del atentado de París

En cualquier noticia en relación con el accidente de avión en los Alpes, se cita al fiscal de la investigación Brice Robin: "En este momento, nada permite decir que se trata de un atentado terrorista. Analizaremos el entorno de esta persona". Dice Hamid Dabashi al respecto: "La palabra 'terrorismo' está tan identificada con la palabra 'islam' que todx musulmánx que ha escuchado la intervención de Robin ha respirado aliviadx".

¿Qué pasaría si el copiloto se llamara Mohammed? ¿Qué pasaría si fuera musulmán (dato que se desconoce)? ¿En qué momento deja de dar vergüenza ser tan obvix en la racialización del terrorismo?

Pat Robertson, un telepredicador protestante fundamentalista bastante influyente en Estados Unidos (conocido, entre otras, por la estupenda declaración de la que soy fan absoluta y que suscribo al cien por cien: "La agenda feminista no habla de iguales derechos para las mujeres. Es un movimiento político contrario a la familia que alienta a las mujeres a abandonar a sus maridos, asesinar a sus hijxs, practicar brujería, destruir el capitalismo y hacerse lesbianas") ya ha soltado lo que mucha gente piensa: "¿Qué le pasaba al copiloto? ¿Era musulmán? ¿O por qué quería matar a toda esa gente?". ¿Si no era musulmán entonces qué era, un psicópata, un loco? ¡Oh! ¡Ahí viene la siguiente!

Por un lado, identificación entre islam y psicopatía; por otro lado, la psicopatía delx musulmánx (no sé para que pongo equis cuando debería ser masculino, las mujeres musulmanas no tienen derecho al uso de la violencia, solo están oprimidas y encerradas en sus casas, el terrorista será siempre dibujado como varón) está vinculada con la religión/cultura, mientras que la psicopatía del no-musulmán es individual y jamás politizada. ¡Sorpresa! El copiloto estuvo en "tratamiento psiquiátrico" hace seis años por una depresión. Ya está, es un loco individual y despolitizado (porque hace seis años estuvo medicado con antidepresivos, eso explica cualquier asesinato, y si el diagnóstico fuese ya de esquizofrenia, estaría todo el caso resuelto).

Independientemente de este caso en concreto, del que no sabemos nada, se ha escrito mucho sobre la racialización del término "terrorismo". Recuerdo especialmente el caso de los atentados en Noruega de 2011, del fundamentalista blanco y cristiano Breivik; o el más reciente tiroteo de Chapel Hill, cuando un tal Craig Stephen Hicks, fundamentalista ateo (anti-teo se definía) asesinó a tres jóvenes musulmanxs (nunca ha sido definido como terrorista, los terroristas tienen que tener un nombre árabe, por si aún no nos hemos enterado).

Estoy ahora justo leyendo Islam in Liberalism, la última obra de Joseph Massad (el autor de Desiring Arabs, una de las monografías poscoloniales más importantes sobre sexualidades no normativas y mundo árabe). En este ensayo repasa la genealogía del término islam en el mundo occidental, y cómo se ha producido como parte integral del liberalismo, como su opuesto déspota y antidemocrático (además de terrorista, principalmente a partir del 11 de septiembre de 2001), para poder dibujar, así, un Occidente democrático y con cuya imagen nos sintamos cómodxs.

Ah, y estoy aquí, esperando pacientemente a que todxs lxs europexs blancxs y de educación judeo-cristiana condenemos este accidente y, más aún, nos disculpemos por lo que nuestra raza/religión/etnia/cultura acaba de hacer.

Y escuchar a Angela Davis nunca, nunca está de más (aquí la transcripción de la entrevista, en inglés):



orgullo e interseccionalidad



El jueves estrenaron en España Pride (Orgullo, Matthew Warchus, 2014), una película inglesa sobre la alianza entre movimiento minero y LGTB en los años ochenta. Es 1984 y un grupo de activistas (que llevan la librería londinense Gay's The Word) comienzan a recaudar dinero para apoyar la huelga de minerOs convocada por el sindicato nacional. Como el sindicato no quiere aceptar el dinero, se lo saltan y escogen un pueblo al azar, en Gales, a donde acuden a pasar unos días. Es la historia real de Lesbians and Gays Support the Miners.

Aquí está el trailer en español (un poco diferente, bastante menos político)

Fui a ver la película con mucho miedo, porque me esperaba una especie de Bienvenidos al norte (Bienvenue chez les Ch'tis, Dany Boon, 2008) a lo marica: gays (y alguna lesbiana) urbanitas civilizadxs visitando a pueblerinxs heteros e incivilizadxs para, con la convivencia y unos cuantos gags, descubrir al final que todxs somos personas.

Y... bueno, en realidad sí. Pero tampoco. El caso es que llevo confusa cinco días. Porque los recursos cinematográficos (facilones) funcionan y lloras y claro, quién se pone a analizar los sutiles mecanismos de clasismo y homonormatividad cuando estás llorando.

Y sí, las bromas son a costa del encuentro entre el marica y el pueblerino. Y sí, la politización del urbanita queer y la politización del minero parecen de universos completamente diferentes. Y sí, las bolleras que quieren un grupo no mixto se salen del tiesto porque ¿quién habla de feminismo? ¡esto es la revolución! Y sí, el SIDA aparece muy poco y estamos en los ochenta. Y sí, parece que un movimiento social depende del heroísmo de una sola persona (hombre cis, por supuesto). Y sí, la violencia policial brutal que se produjo en las huelgas mineras de 1984-1985 casi no aparece. Pero también hay cruces interesantes en la convergencia de sendas politizaciones. Y también intersecta lo marica y lo obrero en algunos momentos.

Así que sí, parece que tengo que verla otra vez, ahora sin llorar y eso, para averiguar si se salva o no.

Y nunca viene mal salir de una sala de cine con ganas de cantar con fuerza eso de we will laugh the day that Thatcher dies


consentimiento

Personaje Con Perilla: Antes, la violación era cuando un bruto saltaba desde unos arbustos, no toda esta mierda de la cita con violación (date rape) o consentimiento entusiasta. Si definimos "violación" de una forma tan amplia, ¿¡cómo puedo saber si no estoy violando a la chica con la que me estoy enrollando!?
Personaje con cresta: En realidad no es tan difícil. Si actúa como si quisiera sexo, si te baja los pantalones con entusiasmo o te dice "fóllame ahora", si tiene tantas ganas como tú, entones... ¡adelante! PERO si está tan borracha que no puede caminar ni hablar, entonces podría no saber qué es lo que está pasando, así que no te acuestes con ella (o con él, vamos). Y si pasivamente "concede" el sexo, pregúntale si todo va bien antes de ir más allá. ¿Por qué es eso tan complicado?
Personaje Con Perilla: Porque...!
Personaje Con Cresta: ¿Porque QUÉ?
Personaje Con Perilla: ¡Porque entonces podría quedarme sin sexo! 










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Pienso a menudo en el consentimiento y en lo importante que es la reflexión sobre ello, individual y colectivamente, en contexto sexual y en contexto no sexual. A veces parece que te has hecho ya todas las preguntas, que lo has trabajado hasta el final ida y vuelta, pero no, obviamente no. Entresaco y traduzco del fanzine Learning Good Consent, editado por Cindy Crabb, una lista de cuestiones que todxs deberíamos plantearnos para pensar cómo abordamos el consentimiento en nuestras prácticas sexuales. El listado proviene originalmente de otro fanzine para supervivientes de violaciones y abusos sexuales: Support Zine (pdf). Aquí todas las preguntas seguidas en inglés, que traduzco a continuación.

(Cuando pensamos en consentimiento, es fácil que la reflexión interpele a nuestras historias de abuso o violaciones cuando las hay; que sea un tema importante no quiere decir que sea necesario pensarlo cuando nos afecta dolorosamente, que el debate exista no quiere decir que haya que formar parte de él en este momento o que haya que dejar de chequearse emocionalmente para ver si estamos preparadxs para hacerlo. El autocuidado siempre es prioritario).

No todas las preguntas tienen respuestas correctas o incorrectas, simplemente pretenden iniciar la reflexión y abrir el debate.

1. ¿Cómo defines consentimiento?
2. ¿Alguna vez has hablado sobre consentimiento con tu(s) pareja(s) o amigxs?
3. ¿Conoces a gente o has estado con gente que define consentimiento de forma diferente que tú?
4. ¿Alguna vez dudaste sobre si la persona con la que te estabas acostando quería o no hacer lo que estabais haciendo? ¿Hablasteis sobre ello? ¿Lo ignoraste esperando que cambiara? ¿Continuaste porque lo que hacíais sí te resultaba placentero a ti y no querías lidiar con lo que la otra personas estaba experimentando? ¿Continuaste porque pensabas que era lo que tenías que hacer? ¿Cómo te sientes sobre las decisiones que tomaste?
5. ¿Crees que es responsabilidad de la otra persona decir algo si no está cómodx con lo que estáis haciendo?
6. ¿Cómo podría alguien expresar que no le gusta lo que está ocurriendo?
7. ¿Buscas señales verbales únicamente o hay otras señales?
8. ¿Piensas que es posible malinterpretar el silencio como consentimiento?
9. ¿Alguna vez le has preguntado a alguien qué tipo de señales deberías buscar si les cuesta verbalizar cuándo algo no les gusta?
10. ¿Solo preguntas y hablas de este tipo de cosas si estás en una relación estable o te sientes cómodx con ello también en situaciones casuales?
11. ¿Crees que hablar arruina el ambiente?
12. ¿Crees que el consentimiento puede ser erótico?
13. ¿Alguna vez piensas en las historias de abuso de las otras personas?
14. ¿Compruebas y preguntas según avanzan las cosas o asumes que el consentimiento del principio significa que a partir de ahí todo está bien?
15. Si te dan consentimiento una vez, ¿asumes que a partir de ahí siempre estará?
16. Si alguien consiente a una cosa, ¿asumes que todo lo demás también está bien o preguntas antes de tocar de diferente forma o de llevar el tema a otros niveles?
17. ¿Te molesta la gente que quiere o necesita hablar sobre sus historias de abuso? ¿Por qué?
18. ¿Sueles sentirte atraídx por personas que encajan en el modelo estándar de belleza de tu contexto cultural?
19. ¿Te haces amigx de gente porque quieres estar con ellxs y luego rompes la relación si esa persona no muestra interés sexual en ti?
20. ¿Intentas acostarte con alguien aun cuando te han dicho que solo quiere ser tu amigx (sin sexo)?
21. ¿Asumes que si alguien es afectuosx contigo quiere decir que probablemente esté sexualmente interesadx en ti?
22. ¿Piensas sobre afecto, sexualidad y límites? ¿Hablas sobre ello con otras personas? ¿Lo hablas solo con gente a la que quieres acercarte sexualmente o lo hablas porque piensas que es importante y quieres saber, genuinamente?
23. ¿Eres clarx sobre tus intenciones?
24. ¿Alguna vez has intentado convencer a alguien de hacer algo ante lo que mostraban dudas?
25. ¿Crees que la vacilación/duda es a menudo una forma de ligar?
26. ¿Eres consciente de que a veces no lo es?
27. ¿Alguna vez has pensado que las acciones de alguien eran flirteo cuando realmente no era ese el mensaje?
28. ¿Crees que si alguien es promiscux es apropiado objetificarlo o hablar de elx de una forma distinta a como lo harías si no lo fuera?
29. Si alguien es promiscux, ¿crees que es menos importante su consentimiento explícito?
30. ¿Crees que si alguien viste de determinada forma es arpopiado objetificarle?
31. Si alguien viste de determinada forma, ¿crees que significa que quiere tu atención sexual o aprobación?
32. ¿Entiendes que hay muchos otros motivos, que no tienen que ver contigo, para los que una persona pudiera querer vestirse o actuar de un modo que tú encuentres sexy?
33. ¿Crees que es tu responsabilidad vencer la vacilación de alguien presionándole o señalándolo?
34. ¿Alguna vez has intentado preguntar a alguien qué estaban sintiendo?
35. ¿Crees que el sexo es un juego?
36. ¿Alguna vez has intentado estar en situaciones con alguien que te dieran una excusa para tocarle cuando crees que te diría que no si le preguntaras directamente? (Bailar, emborracharos mucho juntxs, dormir junto a elx...)
37. ¿Haces sentirse a la gente "poco divertida" o "poco liberada" si no quieren probar alguna práctica sexual concreta?
38. ¿Crees que puedes actuar de tal forma que alguien se sienta así aunque no sea tu intención?
39. ¿Alguna vez has intentado negociar? Del tipo: "Si hacemos X, haré X por ti".
40. ¿Has usado los celos como método de control?
41. ¿Has hecho que tu(s) pareja(s) dejen de quedar con algunxs amigxs o limiten sus interacciones sociales en general por celos o inseguridad? ¿Usas los celos para hacer que tu(s) pareja(s) se sientan obligadas a acostarse contigo?
42. ¿Crees que estar en una relación con alguien significa que tienen la obligación de acostarse contigo?
43. ¿Qué ocurriría si quieren abstenerse de sexo durante una semana? ¿Un mes? ¿Un año?
44. ¿Te quejas o amenazas si no estás consiguiendo la cantidad o el tipo de sexo que quieres?
45. ¿Crees que está bien iniciar el sexo con alguien que está durmiendo?
46. ¿Aunque ese alguien sea tu pareja?
47. ¿Crees que es importante hablarlo con elx primero, cuando aún está despiertx?
48. ¿Alguna vez has pensado en cómo interactúas con la gente o cómo la tratas, para lo bueno y para lo malo, y de dónde viene ese comportamiento y dónde lo aprendiste?
49. ¿Te comportas distinto cuando has bebido?
50. ¿Cuáles son los aspectos positivos de beber, en ti? ¿Y los negativos?
51. ¿Te has acostado con gente cuando estabas borrachx o cuando estaba borrachx? ¿Alguna vez te has sentido incómodx o avergonzadx al respecto al día siguiente? ¿La persona con la que has estado ha actuado raro contigo después?
52. ¿Buscas el consentimiento de la misma forma cuando estás borrachx que cuando estás sobrix?
53. ¿Crees que es importante hablar al día siguiente con la persona con la que te has acostado si ha habido alcohol involucrado?
54. ¿Crees que la gente necesita tomarse las cosas más a la ligera?
55. ¿Crees que estas preguntas son represivas y que la gente que observa su historia sexual y sus prácticas actuales críticamente es un poco estirada y deberían "liberarse" más?
56. ¿Crees que "liberación" significa cosas diferentes para personas diferentes?
57. ¿Cómo reaccionarías si alguien se siente incómodx con lo que estás haciendo, o si no quieren hacer algo? ¿Te pones a la defensiva? ¿Te sientes culpable? ¿La otra persona acaba teniendo que cuidarte y reafirmarte o eres capaz de parar y escuchar y apoyar y tomar responsabilidad de tus actos?
58. ¿Intentas contar tu lado de la historia y cambiar la forma en que la otra persona ha experimentado la situación?
59. ¿Piensas que demuestras a tu(s) pareja(s) que estás escuchando y que estás interesadx en sus ideas sobre el consentimiento o en sus ideas sobre lo que has hecho?
60. ¿Alguna vez hablas sobre sexo y consentimiento cuando no estás en la cama?
61. ¿Alguna vez has violado o abusado sexualmente de alguien? ¿Eres capaz de reflexionar sobre tu comportamiento? ¿Has hecho cambios? ¿Qué tipo de cambios?
62. ¿Estás incómodx con tu cuerpo o con tu sexualidad?
63. ¿Tu propia incomodidad o tu propia historia de abusos ha hecho que te comportes de forma abusiva? Si es así, ¿lo has hablado con alguien? ¿Crees que hablarlo te podría ayudar?
64. ¿Evitas hablar sobre consentimiento o abuso porque no estás preparadx para hablar de tu propia historia de abuso?
65. ¿Alguna vez te sientes obligadx a tener sexo?
66. ¿Alguna vez te sientes obligadx a iniciar sexo?
67. ¿Qué pasa si días o meses o años después, alguien te dice que se sintió incómodx con lo que hiciste? ¿Le cuestionas?
68. ¿Inicias conversaciones sobre sexo seguro y contracepción (si procede)?
69. ¿Crees que decir que "me he hecho pruebas recientemente" es suficiente?
70. ¿Te tomas en serio las preocupaciones de tu(s) pareja(s) sobre sexo seguro y contracepción?
71. ¿Crees que si una persona quiere practicar sexo seguro y a la otra persona no le importa, es responsabilidad de quien se preocupa tomar las medidas necesarias?
72. ¿Crees que si alguien tiene un cuerpo que puede embarazarse, es su responsabilidad hacerse con los métodos anticonceptivos?
73. ¿Te quejas o te niegas a practicar el sexo seguro o el tipo de método anticonceptivo que desea(n) tu(s) pareja(s) porque reduce tu placer?
74. ¿Has intentado manipular a tu(s) pareja(s) sobre esto?
75. ¿Te atrae gente con una determinada expresión de género?
76. ¿Alguna vez has objetificado la expresión de género de alguien?
77. ¿Alguna vez has asumido que todas las personas con una determinada expresión de género interactuarán contigo de la misma forma?
78. ¿Te encuentras reproduciendo comportamientos de género binarios, incluso en tus relaciones y amistades cuir? ¿Cómo podría eso hacer sentir a otras personas?
79. ¿Ves la sexualidad y la expresión de género como parte de la identidad de una persona, o los consideras aspectos exclusivamente sexuales?
80. Si alguien está vestidx de drag, ¿lo tomas como una invitación a hacer comentarios sexuales?
81. ¿Fetichizas a la gente por su expresión de género?
82. ¿Crees que solo los hombres abusan?
83. ¿Crees que en una relación de dos personas con el mismo género, solo abusa la persona más "masculina"?
84. ¿Crees que hay trabajo que hacer en nuestras comunidades para acabar con la violencia sexual?


felicidad(es)


Nunca habíamos pensado la felicidad y de repente tenemos que responder a una pregunta que nos enfrenta directamente con ella. Algunxs somateques hemos estado trabajando en la propuesta que nos hizo el colectivo Subtramas de participar con diferentes acciones en la exposición Un saber realmente útil. En la Web viene el listado de acciones públicas, en el que han trabajado un montón de grupos. El viernes 16 y el 23 de enero hicimos ya algunas cositas, y el viernes 6 de febrero es la última participación. La propuesta de Subtramas vino en forma de pregunta: "¿Cómo activamos la imaginación para crear una felicidad distinta a la que organiza el capitalismo?". A partir de ahí hemos desarrollado un taller de felicidad DIY no capitalista, que se desarrollará en el espacio de la exposición el viernes a las 7 de la tarde (¡a esa hora la entrada al museo ya es gratuita!). (Si te quieres pasar, envía un email a programasculturales2@museoreinasofia.es).

Esta reflexión sobre la felicidad me ha ha hecho pensar en mi relación con ese concepto. Por un lado, tengo la sensación de que nunca lo había pensado y, por el otro, no he hecho otra cosa a lo largo de la vida. Supongo que relaciono inmediatamente la palabra "felicidad" con su acepción más cercana al sistema cisheterocapitalista, una ficción de consumo siempre en el punto de mira y nunca alcanzada, regida por la productividad y por la norma (norma-lidad, norma-tividad), que parte de la producción de fronteras rígidas entre lo legítimo y lo ilegítimo, entre lo posible y lo no posible, que se basa en un estado permanente, fijo, inmutable; y que no coexiste con la vulnerabilidad sino con su supresión. Es una pena la cantidad de palabras que el sistema cisheterocapitalista patriarcal y capacitista nos roba: nos roba "vida" en el movimiento antiabortista ("¿pero de qué vida hablas cuando hablas de la vida?"), nos roba "felicidad", nos roba "familia", nos roba "libertad".

Sin embargo, sí he vivido y pensado otras felicidades. Hace un año (¡un año!) escribía una entrada a partir del manifiesto de Pedro Lemebel (aquí artículo precioso escrito por Preciado a raíz de su muerte) sobre ese lema: "nuestra venganza es ser felices", aunque al final huía otra vez de esa expresión y escribía: "nuestra venganza es vivir y seguir sobreviviendo". Supongo que mi/nuestra reflexión sobre la felicidad se acerca más a lo que serían las vidas vivibles de Judith Butler y la lucha por las condiciones para que esto sea posible.

Sara Ahmed (una tipa muy guay que escribe sobre feminismos, teoría queer y decolonialismos) escribe sobre la felicidad y la infelicidad en la literatura lesbiana, y concluye que la felicidad queer radica en la posibilidad de la infelicidad, y que la felicidad capitalista se basa en la exclusión de esa posibilidad. Más adelante también publica una monografía sobre el tema: The Promise of Happiness. ¿Quita peso saber que puedes no ser/estar feliz? ¿Qué supone la "felicidad obligatoria" en un sistema que te niega las condiciones para construir vidas vivibles?

Hablábamos el otro día de la imposibilidad de vivir fuera del sistema y de la necesidad de negociar perennemente con él para sobrevivir; hablábamos también de que el sistema es inherentemente fallido y que contiene grietas en sí mismo; hablábamos de la posibilidad de habitar las grietas para evitar su reabsorción, para agrandarlas y conservarlas, para hacer agujeritos que nos permitan mirar fuera e imaginar otras formas de vida posibles y las palabras para nombrarlas y construirlas. ¿Cómo son las grietas de la felicidad obligatoria del capitalismo? ¿Cómo habitar en ellas? ¿Cómo ser felices, cómo estamos ya siéndolo, en ellas?


porno de inspiración

"¿Cuál es tu excusa?"
"La única discapacidad en la vida es una mala actitud"

Todxs hemos visto alguna de estas imágenes en algún sitio. Iba a escribir una larga perorata sobre ello pero hay gente que ya lo ha hecho y mucho mejor así que voy a traducir parte de un artículo que lo resume bastante bien. Lo escribe Stella Young, que también ha dado una charla Ted genial sobre el tema, con subtítulos en castellano.

No conozco personalmente a Scott Hamilton, pero empieza a irritarme seriamente. Has oído hablar de él, estoy segura. Es el que dijo eso de "la única discapacidad en la vida es una mala actitud". Ya sabes, esa cita que está escrita sobre un montón de imágenes de personas con diversidad funcional haciendo cosas completamente normales y que la gente comparte en redes sociales.

Hamilton es un patinador artístico que ha tenido cáncer más de una vez y ha sobrevivido tras muchos tratamientos. Bien por él. Lo que no entiendo es cómo eso le califica para hacer un enunciado tan atrevido y generalizado sobre la diversidad funcional. Antes de llegar a ello quiero hablar de estas imágenes y eslóganes.

Esas imágenes son lo que se llama "porno de inspiración" (inspiration porn).

El porno de inspiración es la imagen de una persona con diversidad funcional, generalmente unx niñx, haciendo algo completamente ordinario -como jugar, hablar, correr, dibujar, hacer deporte...- con una frase del tipo "tu excusa no es válida" o "inténtalo antes de abandonar". Cada vez más se utiliza la cita de Hamilton.

(...)

Déjame ser clara sobre la intención del porno de inspiración; está ahí para que las personas sin diversidad funcional puedan situar sus preocupaciones en perspectiva. Para que puedan decir: "oh, bueno, si esx niñx que no tiene piernas puede sonreír cuando se lo pasa bien, yo no debería sentirme NUNCA mal con mi vida". Está ahí para que la gente sin diversidad funcional pueda mirarnos y pensar: "vale, podría ser peor... podría ser ESA persona".

Así, esas imágenes modificadas excepcionalizan y objetifican a aquellxs a quienes dicen representar. No es coincidencia que esxs niñxs adorables nunca sean nombradxs: no importan sus nombres, sólo están ahí como objetos de inspiración.

Al usar esas imágenes como herramientas para sentirse bien, como "inspiración", se parte de la asunción de que las personas en esas fotos tienen vidas terribles, y que hace falta coraje extra para vivirlas.

Para muchxs de nosotrxs, eso no es cierto. Cuando tenía quince años, una miembro de mi comunidad se acercó a mis padres y les dijo que quería nominarme para no sé qué premio local por mis logros. Mis padres le dijeron: "Gracias, pero solo hay un problema con eso... no consideramos que realmente haya logrado nada fuera de lo normal". (...)

Eso es lo que pasa con las imágenes de lxs niñxs y adultos en esas imágenes de porno de inspiración: no están haciendo nada que sus pares no hagan también. Todxs hemos aprendido a usar los cuerpos con los que hemos nacido, ya sean considerados discapacitados o no. Así que ¿la imagen de la niña con un lapicero en su boca en lugar de en su mano? Es tan solo la mejor forma de hacerlo para ella, para su cuerpo.

No puedo evitar preguntarme si los medios de comunicación son el origen de esa extraña asunción de que vivir nuestras vidas exige una valentía particular, ya que son una herramienta increíblemente poderosa para moldear cómo pensamos la diversidad funcional. La mayoría de lxs periodistas son completamente incapaces de escribir o hablar sobre una persona con diversidad funcional sin utilizar frases como: "vencer la discapacidad", "valiente", "sufrir de", "contra todo pronóstico", "limitadx por una silla de ruedas"... o, mi favorita, "inspiración".

Si nos cuestionamos cómo somos etiquetadxs, se nos desplaza inmediatamente al otro extremo de la balanza: nos convertimos en amargadxs y desagradecidxs. Hemos dejado de cumplir las expectativas de la gente.

Esto me lleva de nuevo a la cita de Scott Hamiltan. El enunciado: "la única discapacidad es una mala actitud" sitúa la responsabilidad de nuestra opresión directamente a los pies, prótesis, o lo que sea, de las personas con diversidad funcional. Culpa a la víctima (victim-blaming). Sostiene que tenemos el control de la forma en que nuestra diversidad funcional afecta nuestras vidas. Ante esto, tengo una cosa que decir: Vete a la mierda.

De lejos, lo más discapacitador que ha habido en mi vida es el entorno físico. Este dicta lo que puedo y lo que no puedo hacer cada día. Pero si creemos a Hamilton, debería simplemente sonreír a esa entrada inaccesible a un edificio durante el tiempo suficiente y mágicamente se convertiría en una rampa. Puedo hacer que aparezcan baños accesibles donde no los hay irradiando una actitud positiva. Puedo, simplemente, dejar de fruncir el ceño ante esas escaleras cuando no asoma ningún ascensor a la vista. Problema resuelto, ¿no?

Soy una optimista nata, pero nada de esto ha funcionado jamás conmigo.

El porno de inspiración pone en evidencia a las personas con diversidad funcional. Dice que si no somos felices, sonreímos y le hacemos la vida fácil a la gente cercana, es porque no nos estamos esforzando lo suficiente. Nuestra actitud no es lo suficientemente positiva. Es nuestra culpa. Por no mencionar lo que significa para las personas con divergencias invisibles, como algunas crónicas o mentales, que suelen combatir la asunción de que todo tiene que ver con la actitud. Y no estamos autorizadxs a enfadarnos o entristecernos, porque entonces seríamos "malxs discapacitadxs". No estaríamos haciendo todo lo posible para "vencer nuestras discapacidades".

Supongo que no importa lo que el porno de inspiración tenga que decirle a las personas con diversidad funcional. No está dirigido a nosotrxs. La diversidad funcional es compleja. No puedes reducirla a una foto mona con una cita tierna.

Así que la próxima vez que te sientas tentadx a compartir esa foto tan adorable de un niñx con diversidad funcional para que tus amigxs de Facebook se sientan mejor, tómate un segundo para reflexionar sobre por qué lo estás haciendo realmente. 

En XoJane también hay un artículo bastante interesante, firmado por s. e. smith, en inglés, que parte de los juegos paralímpicos y del tipo de narrativas en los que se enmarcan. Sobre el "espíritu de los juegos paralímpicos" también escribe Robert Jones. El cómico Laurence Clark también hizo este vídeo riéndose de la retórica de la inspiración. ¡Y por no hablar de los supercrip/supertullidxs! La retórica delx supercrip señala cómo se generan discursos positivos de la diversidad funcional sólo en tanto en cuanto se narren historias "de superación" de carácter cuasi-épico, anulando el "derecho a ser mediocre". Al final de esta entrada traducía unas viñetas sobre lxs supercrip.

Mira a esta tullida comprando. Qué inspiración.

Esta imagen la montó irónicamente la retratada, Bunnika, que escribe sobre el porno de inspiración en su blog.

PS. Y si ya nos ponemos a hablar sobre cómo se entretejieron estas retóricas de la inspiración sobre la diversidad funcional y el machismo más repugnante en el caso del asesino Pistorius, retratado en la segunda imagen de esta entrada, no terminamos nunca.


indefendible


Europa es indefendible. Europa es moral y espiritualmente indefendible  (Aimé Césaire, Discurso sobre el colonialismo, 1955). 

El MUSAC (museo de arte contemporáneo de León) alberga(ba) (hasta ayer) la exposición Colonia apócrifa: Imágenes de la colonialidad en España, "que se pregunta por el significado visual de las imágenes y, en concreto, reflexiona sobre cómo se construyen, se difunden y se interpretan las imágenes coloniales".

Me gustó mucho el proyecto Margen de error (Declinación magnética, 2012). Declinación magnética es un grupo de investigación y producción formado por Aimar Arriola, José Bueso, Diego del Pozo, Eduardo Galvagni, Sally Gutiérrez, Julia Morandeira Arrizabalaga y Silvia Zayas. Margen de error fue su primer proyecto público, aunque en 2014 presentaron otros dos: Vencejo/Ley/Film, una instalación sobre los mecanismos de exclusión, expuesto en Hasta que los leones no tengan historiadores (¡esta expo no termina hasta el 15, en Madrid!); y Les Aliments Refusés o una historia política de los superfoods, una acción que se desarrolló en Matadero Madrid y que recorría la historia de cinco alimentos de origen americano (cacao, amaranto, quinoa, chía y maca).

Margen de error es una reflexión sobre los relatos consolidados sobre la colonización española en América a través de los libros de texto y del tratamiento crítico que de ellos se puede hacer en el aula. La instalación incluye los vídeos de las dinámicas que hicieron con alumnxs de ESO y Bachillerato, así como libros de texto intervenidos.

En la página del grupo, además de una descripción de cada dinámica y vídeo, hay también una reflexión sobre el origen de los libros de texto como herramienta educativa, surgidos en Francia a mediados del XIX con la escuela nacional obligatoria, y actualmente principal canal de transmisión de la Historia (con mayúsculas) y punta de lanza del negocio editorial.

Me han entrado ganas de recuperar mis libros de geografía e historia de secundaria y bachillerato.

Y aprovecho para incluir otra de las imágenes de la exposición; su intención y su origen no tienen nada que ver con una crítica al colonialismo, pero en el contexto del museo y rodeada de todos los cuadros de "descubrimiento" de América y de motivos religiosos, me pareció brillante. Es de Costus (Juan Carrero y Enrique Naya), de una serie de 1978-1981.