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Raza y homofobia


Escuchando un programa de radio en el que hablaban sobre los "papables", la locutora se sorprendía por la agresiva homofobia del ghanés Peter Turkson, considerando que un hombre negro, perteneciendo a una raza "antiguamente" oprimida, oprimiese ahora a otros colectivo como pudieran ser el LGTB.

Independientemente de la sorpresa por que alguien considere el racismo como algo antiguo o pasado, quería hacer una serie de anotaciones.

Primera anotación: No nos olvidamos nunca de las relaciones de poder
Quién manda aquí. Nunca hay que olvidar quién manda aquí. Y nunca hay que olvidar que la raza, la orientación sexual, la identidad de género, la riqueza... no existen de forma individual. En relación con este tema, Lucas Platero acaba de editar Intersecciones: Cuerpos y sexualidades en la encrucijada. ¿Cómo confluyen los privilegios y las opresiones en cada persona? Soy mujer, soy lesbiana, soy blanca, tengo estudios superiores, tengo trabajo y techo. ¿Asumes tus privilegios? ¿Los utilizas? Los privilegios y las opresiones no son solo personales, son institucionales, son estatales. ¿Cómo es ser negro en África? ¿Cómo es ser católico en Ghana? Qué son privilegios y qué son opresiones. Cuándo y dónde. Y qué haces con ellas. Y qué es lo que se te permite hacer con ellas.

Segunda anotación: Nunca olvidemos el pasado
¿Cómo se ha construido mi identidad? ¿Qué significa ser blanca? ¿Qué significa ser negra? ¿Cuáles son los valores asociados a cada identidad racial? ¿Cuál es la geneaología de cada identidad? ¿Se feminizó a los hombres negros? ¿Cómo se responde ante la opresión? ¿Cómo interactúan las relaciones (neo)coloniales con el discurso LGTB europeo? ¿Cuál es la historia de la homosexualidad en Ghana?

Tercera anotación: ¿estámos hablando de la raza?
¿Hablamos de raza? ¿O te estás confundiendo de variable? A lo mejor la variable que encajaba mejor en tu estudio era el nivel de educación, o las oportunidades laborales, o el nivel económico, o el número de hijxs por familia, o...

Cuarta anotación: ¿quién gana a oprimidx?

Audre Lorde, obviamente, lo dice mucho mejor que yo:

Como gente negra, no podemos comenzar nuestro debate negando la naturaleza opresora del privilegio masculino. Y si los hombres negros escogen asumir dicho privilegio, por cualquier razón, violando, vejando y asesinando a mujeres, entonces no podemos ignorar la opresión masculina negra. Una opresión no justifica la otra. 

A continuación, Lorde añade: "Al mismo tiempo, como mujeres negras, claro, no queremos ser utilizadas contra los hombres negros por un sistema que nos oprime a ambos". Sufrir racismo no justifica tu sexismo/homobia. Y sufrir sexismo/homofobia no justifica tu racismo. Y hablar en estos términos, como siempre, ignora los márgenes: qué hacemos con lxs LGTBQ negrxs en este discurso. Nunca, nunca, olvidemos que no podemos sumar identidades; que todo todo son intersecciones y cruces de caminos.


Vulva



Que el apóstol Junias era Junia, una apóstol estimada, hasta que la Iglesia lo solucionó cambiándola de sexo. Que la puta griega Friné, en el siglo IV, se ofreció a reconstruir los muros de Tebas si a cambio se escribía sobre ellos la inscripción: "Alejandro las destruyó y fueron reconstruidos por la prostituta Friné". Que Gypsy Rose Lee interpretaba su número La educación de una stripper cantando "cuando bajo mi vestido una fracción / y expongo una parte del hombro / no estoy interesada en tu reacción / estoy pensando en [...] el placer que sentí leyendo El abanico de Lady Windemere / o en el capítulo tercero de Historia de la decadencia y la / caída del Imperio romano". Que entonces preguntaba, al final: "¿Cree usted que estaba pensando en el sexo?" y respondía: "Por supuesto que sí". Que en los sesenta Carolee Schneemann utilizaba su cuerpo como una extensión de sus materiales de pintura y performance. Que la exhibición de la vulva salvó a casi todas las heroínas de la mitología griega, romana, india, egipcia... Que las piratas punk. Que las riot grrrls.

Estoy aprendiendo muchísimo con Vulva: La revelación del sexo invisible, de Mithu M. Sanyal. No me convence que a veces identifique rápidamente la genitalidad con la identidad femenina, pero no deja de sorprenderme y de enseñarme.

PS. La imagen central es una Sheela-na-gig. Lo de los lados no lo identifico.


De curas y maricas


Creo que no hace falta decir mucho sobre el obispo de Alcalá de Henares. José A. Pérez lo resume muy bien en su blog Mi mesa cojea:

El obispo de Alcalá de Henares, que hace poco dijo en La 2 que los gais corrompen a los niños, ahora ha dicho que él no quiso ofender al colectivo homosexual porque, ojo, “todas las personas merecen un respeto, aunque sea un terrorista”. Lo mejor es que, según sus propias palabras, el obispo solo intentaba enterrar la polémica. El día que quiera avivarla igual abre en canal a Pedro Zerolo.


Una amiga me pasa la página del obispado, donde enlazan a algunas páginas para que consultemos recursos científicos. Entre esas páginas, está el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. ¿Adivináis? Sí, tiene una sección específica sobre homosexualidad. Leer los títulos da risa, pero leer los documentos ya es para morirse. En serio, echadle un vistazo, no os vais a arrepentir.

En realidad sería gracioso si no fuera por que no es un chiste. Sería gracioso si a la gente le provocara únicamente lo que provoca a mí: risa y rabia, a partes iguales. Sería gracioso si muchas de las personas que estudian en la Universidad (privada y católica) de Navarra no se lo creyeran. Sería gracioso si no repercutiese en la vida de tantas personas LGTB+ y no LGTB+. Sería gracioso si tuviera la más mínima gracia.

Eso sí es terrorismo de género y no lo de Diana.

Y encima Wert quiere subir las tasas y recortar más en Educación. A él le encantaría que todxs estudiáramos en universidades como esa, ¿no?

Me he acordado de cuando fui a esa universidad con mi compañerx Sara a leer una comunicación en el I Congreso Internacional de Ideología de Género. Recuerdo el crucifijo en mi espalda, sus ponencias previas y posteriores sobre homosexualismo político y cómo pronuncié delante de bocas abiertas y señoras persignándose que el papa no nos deja comernos las almejas (doc).


Reflexión


Pensé que sería más sencillo escribir sobre lo que ha pasado las últimas semanas. Pero no hago más que mirar la pantalla y no sé por dónde empezar.

Podría retroceder tres meses. Cuando llegué llorando a casa un miércoles porque un garrulo había arrancado la gran pancarta de Sol sobre la revolución feminista ante los aplausos de la muchedumbre, justo después de colgarse. Supongo que fueron esos quince minutos los que han hecho que no pueda escribir sobre el 15-M desde entonces, aunque en ningún momento haya dejado de ir.

O podría ir más atrás, cuando tenía quince años y todxs cantaban en las verbenas de Pozuelo esa de Eskorbuto. Y yo pensaba que necesitábamos a la policía. Así que no cantaba porque era la policía la que nos protegía de los neonazis que venían más tarde a tirarnos botellas rotas.

Podría volver. A esas primeras semanas de mayo en las que no seguía eso de "PP, PSOE, la misma mierda es", porque sí, mierda eran, pero la misma, la misma... tampoco.

Y no puedo explicar por qué un garrulo golpeándose el pecho mientras arrancaba una pancarta entre vítores hizo que volviera llorando a casa. Cuando se supone que estoy acostumbrada a esxs garrulxs. Y no puedo explicar por qué me temblaban las manos cuando me acosté el 4 de agosto después de correr descalza los cien metros lisos por la Castellana y ver después las noticias en el canal 24 horas. Cuando se supone que ya sabía que los medios de comunicación mienten y cuando se supone que ya sabía que los antidisturbios pegan aunque no hagas nada y cuando se supone que ya sabía que los calabozos del Estado español están llenos de mierda y cuando se supone que ya sabía que aquí también existe la tortura.

Y está pasando todo esto y de repente la ciudad se llena de gente que me insulta. Gente cuyo mensaje es el heterosexismo, el patriarcado y la jerarquía aborregante. Gente que se ríe cuando voy de la mano con mi novia. Que no es novedad, siempre hay gente que se ríe, gente cuyo mensaje es el heterosexismo, el patriarcado y la jerarquía aborregante. Y tampoco es novedad que les paguemos para que lo hagan. Pero necesito gritar y de repente me exigen motivos. Como si no fueran evidentes. Y necesito gritar y parece que el discurso del odio y el discurso que no tolera al odio son igual de válidos.

Me siento estafada, engañada, avergonzada. Me consumo de furia y de rabia por dentro.

Imagen: La fotografía es de la recomendable galería de olmovich en Flickr.


Dios(a)

Si Dios es varón, el varón es Dios.


Y qué vergüenza. Y 1.100 varones presidiendo la ceremonia y cuatro mujeres limpiando lo que ensucian.

Y mientras se siga rezando a un padre en el cielo, las cosas van a seguir igual en la tierra.

Y qué vergüenza de discursos y homilías.

Pero qué orgullo que haya gente que quiera cambiar las cosas. Qué orgullo que haya personas que rezan a unx padre-madre suyx que está en los cielos. Qué orgullo que lo que ha trascendido en los medios de esta visita sea la besada gay y lesbiana frente al papamóvil.

Una decía por ahí que besarse frente al Papa era una tontería. Que para qué tenían que ir a dar el espectáculo (como siempre). El Estado español (y el Estado, para esto, somos todxs) ha gastado millones de euros para que un hombre venga a un país "secular" a solicitar que cambien unas leyes que no han sido un regalo del 2005, sino que han sido el fruto de una lucha de años. Un hombre que compara el matrimonio igualitario con el cambio climático porque amenazan la creación. Un hombre que promueve ante masas fanatizadas que esa misma una no debe, no puede, tener nietos. Las besadas se llevan realizando en España desde los años ochenta (iniciadas por las lesbianas a raíz del arresto* de Arantxa Serrano y Esther Olassolo [fuente]). No sólo son útiles porque llaman la atención y son atractivas para los medios (el mismo motivo por el que no son multitudinarias, cuántxs LGB se esconden el Día del Orgullo cuando pasa cerca una cámara) sino que son un símbolo perfecto de visibilidad y reivindicación: estamos aquí, estamos en la calle, tenemos cuerpo, nos atraviesan pulsiones, sentimos deseo, no vamos a escondernos en casa, me beso aquí, delante de tu puerta, delante de tus hijxs.

¿Ganas de provocar? Claro que tengo ganas de provocar. Ganas de provocar al homófobo. Quiero que se enfade, quiero que sienta asco, quiero que se dé cuenta de que lo que realmente le molesta es que hayamos decidido no guardarnos los besos, las plumas, las novias, los novios, el amor, el sexo, para la intimidad de la alcoba. No sé si somos o no somos normales. Lo que tengo claro es que no somos como él.

Y tengo ganas de decírselo. Porque él me lo repite cada día, cada minuto, cada segundo. Y a veces lxs hetero os olvidáis de imaginar lo que eso llega a suponer cuando han pasado ya muchos días, muchos minutos, muchos segundos.

¿Que muy bien pero que no sirve para nada? ¿Que si es sólo desahogarse? Han sido sólo un centenar de LGB, pero sus imágenes han dado la vuelta al mundo. Y el mundo sabe ahora que los bollos y las maricas estamos enfadadas. Y eso es más que suficiente para empezar.

*Estas dos mujeres se dieron un beso, frente a la Puerta del Sol, el 23 de octubre de 1986. Dos días de retención y malos tratos y cruce de denuncias. A finales de los años noventa, el caso se resuelve con la condena a los policías. Cada 28 de junio, lesbianas se besan en la Puerta del Sol. Intentad detenernos ahora.