Cuba: las maricas como instrumento

Y más instrumentalización de las personas LGTB+ por parte de cierta derecha neoliberal. COLEGAS (la inefable COLEGAS...) organiza un acto en Casa América mañana y pasado mañana sobre derechos humanos y homosexualidad en Cuba. Que lo organice COLEGAS ya lo convierte en sospechoso, pero que lo inaugure Esperanza Aguirre, que lo reseñen Con Libertad y Libertad Digital, que haya tan poca representación LGTB+ y tanta representación neoliberal (con ilustres como Hermann Terscht...)... Es tan parecido a todo el pinkwashing del que he hablado más veces relacionado con la islamofobia...

Recomiendo (otra vez), por cierto, el blog de June Fernández, que está ahora mismo de viaje periodístico cubano, y no hace más que escribir entradas interesantísimas sobre feminismo y activismo LGTB+.


Cajón desastre

Lista de RSS que tengo marcados como "no leídos", para archivar, postear... para quitarme de encima, vamos. Y, además, habré escrito en el blog después de mil años sin hacerlo.

María Llopis nos habla en su blog de la artista brasileña Giorgia Conceição y de la nueva película de Virginie Despentes.

La página Contrindicaciones nos trae a las Pussy Riots "que vinieron del frío" y, también, el testimonio de Amadeu Casellas sobre la tortura en las cárceles españolas.

También me gustó este artículo de Post_Op sobre el canto de garganta (katajjaq) de las inuit.

Finalmente, Lucía Egaña publica esta estupenda entrada en su blog.


Las vírgenes juradas

Vía post_op descubro el fascinante mundo de las vírgenes juradas de Albania: mujeres que juran vivir vírgenes permanentemente para poder vivir como hombres en familias en las que no hay varones.

Artículo en The Washington Post

Artículo en El Correo

Me gustaría encontrar alguna investigación más académica o con una perspectiva de género más acentuada. Sigo en ello.


Armarios y niñxs

Tuve miedo de salir del armario con una niña de cinco años que me preguntaba repetidamente si tenía novio. Porque estábamos solas y no quería que su madre luego se enfadara conmigo y, consecuentemente, con mis jefas y ellas, consecuentemente, conmigo. Al final se lo dije.

Luego me sentí culpable un buen rato.

Qué asco. Y qué rabia. Y qué extraño.