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Dos temas que me molestan de la polémica de la capilla:
Le hacen flaco favor al activismo; deslegitiman el feminismo: Como lxs no-blancxs, lxs migrantes, lxs LGTB+..., cualquier individuo que pertenece a un grupo social discriminado sufre sobre sus espaldas, en cada acto de su vida, el peso de todo un colectivo: yo soy lesbiana y hago algo mal, luego las lesbianas hacen las cosas mal. Sabemos el esfuerzo que supone a veces comportarse con responsabilidad en representación de un colectivo, pero no podemos ser quienes obliguemos a nadie a llevar esa carga. Si un grupo o un agregado de lesbianas feministas hace una acción que (no) nos gusta, podemos criticar (o no) la acción, pero no podemos decir que deslegitima al colectivo, pues nos estamos cargando ese peso que tratamos de desmontar. Yo no soy todas las lesbianas. Y esas lesbianas no eran necesariamente yo. Y si comenzamos a actuar en función de que no asustemos a lxs otrxs, la gran madre cultura, si comenzamos a actuar en función de que nos acepten más y mejor, mal vamos, porque nunca nos van a aceptar. Mejor gritemos.
Que se hubieran metido en una mezquita, que seguro que no se atreven: Como bien explicaron las activistas: "el hecho de entrar en una capilla y no en cualquier otro espacio religioso, se debe a que nuestra tradición cultural es judeocristiana y no musulmana, hinduista o de cualquier otra índole, para no apropiarnos de realidades que son ajenas a nuestra experiencia. Aunque nosotras luchamos desde nuestra realidad, siempre apoyaremos cualquier iniciativa feminista llevada a cabo desde otras identidades y culturas". Independientemente, no podemos entrar en comparaciones odiosas de "pues ellos son más malos" para desviar la atención, por no recordar que las religiones no son ontologías que podamos evaluar de esa manera, sino que son construcciones de grupos sociales (independientemente de que creamos o no en unx(s) Diosx(s)). El Islam no existe, existen lxs musulmanxs. El cristianismo no existe, existen lxs cristianxs. Por lo que las religiones serán lo que sus confesionarixs hacen de ellas. No hay una esencia del islam más machista que una esencia del cristianismo, porque dichas esencias... no existen.
Otra de capillas
Dos temas que me molestan de la polémica de la capilla:
Le hacen flaco favor al activismo; deslegitiman el feminismo: Como lxs no-blancxs, lxs migrantes, lxs LGTB+..., cualquier individuo que pertenece a un grupo social discriminado sufre sobre sus espaldas, en cada acto de su vida, el peso de todo un colectivo: yo soy lesbiana y hago algo mal, luego las lesbianas hacen las cosas mal. Sabemos el esfuerzo que supone a veces comportarse con responsabilidad en representación de un colectivo, pero no podemos ser quienes obliguemos a nadie a llevar esa carga. Si un grupo o un agregado de lesbianas feministas hace una acción que (no) nos gusta, podemos criticar (o no) la acción, pero no podemos decir que deslegitima al colectivo, pues nos estamos cargando ese peso que tratamos de desmontar. Yo no soy todas las lesbianas. Y esas lesbianas no eran necesariamente yo. Y si comenzamos a actuar en función de que no asustemos a lxs otrxs, la gran madre cultura, si comenzamos a actuar en función de que nos acepten más y mejor, mal vamos, porque nunca nos van a aceptar. Mejor gritemos.
Que se hubieran metido en una mezquita, que seguro que no se atreven: Como bien explicaron las activistas: "el hecho de entrar en una capilla y no en cualquier otro espacio religioso, se debe a que nuestra tradición cultural es judeocristiana y no musulmana, hinduista o de cualquier otra índole, para no apropiarnos de realidades que son ajenas a nuestra experiencia. Aunque nosotras luchamos desde nuestra realidad, siempre apoyaremos cualquier iniciativa feminista llevada a cabo desde otras identidades y culturas". Independientemente, no podemos entrar en comparaciones odiosas de "pues ellos son más malos" para desviar la atención, por no recordar que las religiones no son ontologías que podamos evaluar de esa manera, sino que son construcciones de grupos sociales (independientemente de que creamos o no en unx(s) Diosx(s)). El Islam no existe, existen lxs musulmanxs. El cristianismo no existe, existen lxs cristianxs. Por lo que las religiones serán lo que sus confesionarixs hacen de ellas. No hay una esencia del islam más machista que una esencia del cristianismo, porque dichas esencias... no existen.
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