LGTB+

Hacia el final de los años ochenta, cuando el feminismo radical perdía fuerza, las lesbianas se aliaron con el movimiento gay masculino, algunas de ellas enfadadas con el heterocentrismo del movimiento de mujeres y otras sintiendo que el separatismo lesbiano de los setenta y ochenta ya no les era beneficioso.

Fue encontes cuando la expresión "gay community" pasó a denominarse GLB o LGB (se suele adelantar la L como reclamo feminista). Más adelante se le añadió la T de transexualidad o transgenerismo (conceptualizado según la teoría de la transexualidad previa al postfeminismo). Esto es lo que cuenta la Wikipedia, aunque yo, sin pruebas y con poca edad, confieso, creo recordar un GLT o LGT, antes de que los colectivos aceptaran añadir la B de bisexualidad.

El acrónimo trata de visibilizar realidades que quedarían ocultas si hablásemos de movimiento gay o movimiento homosexual. De hecho, también soy partidaria del uso de LGTBfobia antes que homofobia y, si queremos especificar alguna discriminación en concreto, nombrar la lesbofobia, bifobia o transfobia.

El problema viene a la hora de incluir a todas esas realidades que, con toda la razón, no se sienten representadas en este acrónimo que se supone tan inclusivo. Entonces toca incluir infinitas iniciales: I (intersexual e intergénero), A (asexual y aliado), Q (queer, questioning), T (transgénero, travesti, transexual), P (poliamoroso, pansexual), O (omnisexual, otros)... Por comodidad, prefiero el uso de LGTB+ antes que LGTTTBIIAAQQPPOO.

Cuando digo LGTB+ no estoy diciendo únicamente "lesbianas, gays, transexuales, bisexuales y otrxs", sino que estoy diciendo "todas aquellas identidades ajenas al sistema sexo/género/deseo (cis)heteronormativo".

Pero claro, LGTB+ es mucho más corto.


97 housemaids

Hace un par de semanas hablaba someramente sobre el proyecto 97 empleadas domésticas, de Daniela Ortiz. Hoy farala hace un recorrido más exhaustivo por el trabajo de Ortiz y recopila algunas de las imágenes. Recomendado.


Otra de capillas


Dos temas que me molestan de la polémica de la capilla:

Le hacen flaco favor al activismo; deslegitiman el feminismo: Como lxs no-blancxs, lxs migrantes, lxs LGTB+..., cualquier individuo que pertenece a un grupo social discriminado sufre sobre sus espaldas, en cada acto de su vida, el peso de todo un colectivo: yo soy lesbiana y hago algo mal, luego las lesbianas hacen las cosas mal. Sabemos el esfuerzo que supone a veces comportarse con responsabilidad en representación de un colectivo, pero no podemos ser quienes obliguemos a nadie a llevar esa carga. Si un grupo o un agregado de lesbianas feministas hace una acción que (no) nos gusta, podemos criticar (o no) la acción, pero no podemos decir que deslegitima al colectivo, pues nos estamos cargando ese peso que tratamos de desmontar. Yo no soy todas las lesbianas. Y esas lesbianas no eran necesariamente yo. Y si comenzamos a actuar en función de que no asustemos a lxs otrxs, la gran madre cultura, si comenzamos a actuar en función de que nos acepten más y mejor, mal vamos, porque nunca nos van a aceptar. Mejor gritemos.

Que se hubieran metido en una mezquita, que seguro que no se atreven: Como bien explicaron las activistas: "el hecho de entrar en una capilla y no en cualquier otro espacio religioso, se debe a que nuestra tradición cultural es judeocristiana y no musulmana, hinduista o de cualquier otra índole, para no apropiarnos de realidades que son ajenas a nuestra experiencia. Aunque nosotras luchamos desde nuestra realidad, siempre apoyaremos cualquier iniciativa feminista llevada a cabo desde otras identidades y culturas". Independientemente, no podemos entrar en comparaciones odiosas de "pues ellos son más malos" para desviar la atención, por no recordar que las religiones no son ontologías que podamos evaluar de esa manera, sino que son construcciones de grupos sociales (independientemente de que creamos o no en unx(s) Diosx(s)). El Islam no existe, existen lxs musulmanxs. El cristianismo no existe, existen lxs cristianxs. Por lo que las religiones serán lo que sus confesionarixs hacen de ellas. No hay una esencia del islam más machista que una esencia del cristianismo, porque dichas esencias... no existen.


21 de marzo

El 21 de marzo es el Día Mundial de la Poesía. También es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.

The black unicorn is greedy.
(El unicornio negro es ambicioso.)
The black unicorn is impatient.
(El unicornio negro está impaciente.)
The black unicorn was mistaken
(El unicornio negro fue confundido)
for a shadow
(con una sombra)
or symbol
(o símbolo)
and taken
(y llevado)
through a cold country
(a través de una tierra fría)
where mist painted mockeries
(donde la bruma pintó burlas)
of my fury.
(de mi furia.)
It is not on her lap where the horn rests
(No es en su regazo donde descansa el cuerno)
but deep in her moonpit
(sino profundo en su cráter lunar)
growing.
(creciendo.)

The black unicorn is restless
(El unicornio negro está intranquilo)
the black unicorn is unrelenting
(el unicornio negro es implacable)
the black unicorn is not
(el unicornio negro no es)
free.
(libre)
Audre Lorde. The Black Unicorn


Yo no les respeto

Parece que el incidente de la capilla en el campus de la Universidad Complutense de Somosaguas sigue dando de sí. Éste es el documento que firmaron lxs feministas que se atribuyeron la acción:

Un grupo de Mujeres y Lesbianas feministas y autónomas reivindicamos la acción ocurrida en la capilla de Somosaguas el día 10 de marzo de 2011.

Vivimos en una sociedad en la que los valores católicos cortan de manera transversal la vida social y política impregnando nuestra cotidianeidad. La iglesia católica se presenta como una institución que, partiendo de la imagen creada del estereotipo hombre blanco, heterosexual y occidental, construye la imagen de la Mujer como la opuesta a éste: blanca, occidental y heterosexual, castigando y silenciando no solamente a éstas, sino también a multiplicidad de identidades como lesbianas, transexuales, transgénero, de distintas etnias, intersexuales y un largo etcétera. Una prueba de todo esto es el lenguaje sexista utilizado en las noticias, que publicadas a raíz de los sucesos ocurridos, nos invisibiliza una vez más, ya que esta acción surgió y se desarrolló de manera espontánea, única y exclusivamente por mujeres y/o lesbianas. Nos desvinculamos, por otro lado, de todas las pintadas de las que se nos acusa.

El entramado de la acción consistía en ir en procesión hasta la capilla de Somosaguas simbolizando el papel sumiso que se le otorga a la mujer desde la iglesia, que atraviesa nuestra cultura occidental, aún sin ser creyentes. El hecho de que el pañuelo morado estuviese presente en nuestra acción fue una manera más de reivindicarla como feminista. Al llegar a la capilla el grupo entramos de forma no violenta, sin ataques directos a las personas que se encontraban en el interior. Allí hicimos un círculo de mujeres y/o lesbianas y leímos un comunicado en el que se explicaba cómo la iglesia actúa como una institución que promulga unos valores machistas y heteropatriarcales. A continuación, citamos frases pertenecientes a instituciones y figuras íntimamente relacionadas con la iglesia que sentencian y criminalizan los cuerpos. Tras la lectura, la mayoría de las que allí estábamos decidimos desnudarnos de cintura para arriba mostrando los mensajes que teníamos escritos en nuestros torsos, con la intención de reivindicar la reapropiación de nuestros cuerpos y la identidad de cada una. En ese momento, entre lemas y consignas feministas, algunas mujeres empezaron a besarse visibilizando el lesbianismo. Finalmente, abandonamos la capilla sin causar ningún daño.

Después de lo expuesto, consideramos que:

El hecho de entrar en una capilla y no en cualquier otro espacio religioso, se debe a que nuestra tradición cultural es judeocristiana y no musulmana, hinduista o de cualquier otra índole, para no apropiarnos de realidades que son ajenas a nuestra experiencia. Aunque nosotras luchamos desde nuestra realidad, siempre apoyaremos cualquier iniciativa feminista llevada a cabo desde otras identidades y culturas.

Entendemos que el cuerpo de la mujer no debe ser objeto de censura, ya que históricamente la carga de todos los valores considerados negativos por la iglesia se han materializado en el cuerpo de la mujer, mancillando, violando, vulnerando y maltratando lo que somos. No se puede construir una sociedad nueva, diferente, no heteropatriarcal, sin innovar en sus formas y en su lenguaje.

Sólo rompiendo los esquemas ya establecidos podremos crear otros nuevos que nos permitan renombrar el mundo desde nosotras.

Cuando pensé en escribir esta entrada, no sabía que Beatriz Gimeno había dicho ya muchas cosas de las que tenía intención de expresar, y mucho mejor, así que mejor me callo y le dejo hablar a ella.

Cuando me enteré de la provocadora acción de unas estudiantes lesbianas y feministas en una capilla que por lo visto existe en el campus de la universidad complutense, lo primero que sentí fue una punzada de nostalgia por la juventud perdida. Después me di cuenta de que gracias a este acto me he enterado de varias cosas. La primera es que convivimos con capillas católicas en las universidades públicas, la segunda que hay estudiantes (sobre todo de económicas) que rezan por las mañanas y la tercera y, para mí la más grave, que se puede cometer un delito contra el sentimiento religioso. Acabáramos, por eso están tan chulos.

Se desató una feroz campaña en los medios reaccionarios, incluido el fascista sindicato Manos Limpias contra esta actuación que fue en todo momento pacífica, reivindicativa, legítima y que no hizo daño a nadie ni a ninguna propiedad. Lo que parecía que acabaría en una multa a las estudiantes o en un expediente administrativo terminó con la policía deteniendo a las participantes en sus propias casas. Y no les han aplicado la ley de partidos, la ley antiterrorista o lo que sea porque a Manos Limpias o al arzobispado de Madrid no se les ha ocurrido, que si no las incomunican y después las ilegalizan. Ya hemos visto lo que ha ocurrido con Garzón, que les tocó un poco las narices.

Antes de que detuvieran a las estudiantes, mucha gente supuestamente de izquierdas se lamentaba diciendo que la acción de las estudiantes era una “provocación innecesaria” y que hay que respetar el derecho de cada cual a sus creencias bla, bla, bla… Ya estoy más que harta, aquí sólo se les respeta a ellos. Yo no les respeto. No respeto a quien no me respeta. No respeto a quienes se enorgullecen, y además pretenden extender, la ignorancia, la incultura, la estupidez, el fundamentalismo, el permanente cuestionamiento a derechos humanos y democráticos que son básicos, a los derechos de las mujeres y de las minorías sexuales. No exagero si digo que la iglesia, todas las iglesias, si pudieran acabarían conmigo, me perseguirían, me prohibirían ejercer mis derechos, me impedirían vivir, como hacen con las mujeres donde aun tienen poder y como han hecho a lo largo de toda la historia. A ellos les gustaría acabar conmigo, a mí me gustaría acabar con cualquier manifestación religiosa en el ámbito público. No les respeto y me encantaría que una ola de indignación popular nos llevase a la ciudadanía a ocupar todas las capillas que están donde no deben; a quitar las cruces de colegios y hospitales públicos, de todos los lugares desde donde me ofenden.

Porque esa es otra. Resulta que existe un delito que es el de “ofensa a los sentimientos religiosos” como si los sentimientos religiosos fueran más respetables de por sí que los sentimientos ateos, no religiosos. Yo soy atea y tengo un fuerte sentimiento ateo que se siente profundamente herido y ofendido cada vez que un cura dice alguna barbaridad de las que suelen decir, cada vez que insultan mi inteligencia o mi dignidad, mi libertad o mis derechos de mujer feminista atea y lesbiana. Que exista ese delito es parte de los incalificables privilegios que disfruta la iglesia católica y su discurso, que goza del privilegio legal de ser intocable.

Nos encontramos ante el sinsentido de que un discurso ideológico basado en valores directamente contrarios a algunos valores constitucionales y democráticos, es especialmente protegido por la ley, mientras que el discurso contrario, el del ateismo, el laicismo, la defensa de la aconfesionalidad, de la igualdad, no goza de protección alguna. Es decir, ellos pueden celebrar una misa en Colón, en un espacio público, para insultarnos pero si les insultamos a ellos, cometemos un delito. Así nos va.

Y todo esto ocurre con la complicidad del PSOE que en sus ocho años de gobierno nos deja una Iglesia empoderada, con más privilegios que nunca, con más dinero que nunca, más intocable que nunca. Ayer mismo cuando el rector Berzosa criticaba los incidentes de la capilla pero tenía la decencia, al menos, de señalar que es una anomalía que existan capillas en las universidades públicas, el Ministro de Educación salía corriendo al quite para defender a la iglesia exigiendo al rector que “se ciñera a los hechos nada más”, es decir, a la terrible acción estudiantil, y que no dijera nada de la anómala existencia de una iglesia en la universidad. El PSOE hace mucho que se dedicó a cavar su propia tumba política pero lo hacen con tanta dedicación que no dejan de sorprenderme cada día.


Para qué añadir más.


Coñomatón (II)

He recibido alguna queja respecto a mi última entrada, y en vez de seguir discutiendo con la interesada la (im)pertinencia de reproducir imágenes tan vulgares, reflexiono en esta plataforma. Iba a zanjarlo aquí, escribiendo sobre el uso de la palabra coño y la importancia de su visibilidad y pluridad de representaciones, pero al parecer el tema da para mucho.

Sinceramente, no se me ocurre otra manera de llamar al coño. Y no es por falta de sinónimos.

Vagina hace referencia únicamente a una parte y, al igual que vulva, tiene su origen como término en la posibilidad de envolvimiento del pene (vagina - vaina / vulva - envoltura). A esto se refería Monique Wittig cuando afirmó "yo no tengo vagina" ante la pregunta tras una conferencia.

Si yo no tengo vagina es porque la vagina, en tanto que órgano sexual femenino, se define como receptáculo apropiado para un pene natural… y como cavidad natural para la fertilización. Una vagina que no se deja territorializar por el follar hetero es anatural, deficiente e incluso malsana.

Soy consciente de que no se puede justificar el uso o desuso de un vocablo dependiendo de su origen etimológico, puesto que los significados evolucionan. De hecho, la etimología de coño tampoco me ayuda a defenderlo. Hay quien dice que significa conejo en latín, pero eso no es estrictamente cierto: conejo en latín es cuniculus, y la eñe suele venir de la doble ene. Cunnus sería más apropiado, que significa tanto mujer como coño, directamente (de ahí cunnilingus). Asimismo (lo que se aprende con Google, oyes), cunnus viene, al parecer, de la raíz indoeuropea -(s)keu, que significa cubrir, por lo que volvemos a lo mismo del principio. Esto termina de anular mi discurso etimológico, ¿no? Al fin y al cabo, coño y vulva tienen un mismo significado en origen. ¿Su significado ahora es el mismo?

Personalmente, vulva me suena a médico. La palabra que utilizas cuando quieres decirle al médico que tienes algo en el coño. No quiero que a mi coño lo nombre unx médicx o un libro de ciencias. Quiero nombrarlo yo. Supongo que veo el uso de coño de la misma manera en la que se practica la reapropiación en inglés de cunt. Algunas feministas recriminaron su uso como sinónimo de 'mujer', algo más similar al 'chocho' y 'picha' andaluces, que convierten al individuo en su genitalidad. En castellano, sin embargo, al menos en mi entorno, no tiene ese tipo de connotación.

A veces me pregunto cómo lo llamaré ante mis futuras e hipotéticas hijas. Coño, probablemente. ¿O no es ése su nombre?


Coñomatón

Vía Lille Skvat he descubierto esta inciativa de un grupo de mujeres danesas: el coñomatón (kussomaten). En esta página te describen el procedimiento en un perfecto danés y aquí vemos los resultados.

Se trata de visibilizar todo tipo de coños: labios simétricos o no, clítoris grandes y pequeños, ingles depiladas y sin depliar, piercings y cordones de tampón. Una visión diferente a la de los coños simétricos, depilados y supuestamente perfectos de la industria pornográfica.

De esta forma, también se normaliza la visión de los (diferentes) coños, no necesariamente con connotaciones sexuales. Una vez hechas las fotos, son subidas a internet.



Publicidad

No sé si habéis visto los últimos anuncios de Corporación Dermoestética. El primero, 'testimonial de cirugía de Vero', lo protagoniza una chica que "necesita operarse el pecho" y que ahora se siente "mucho mejor": "Ahora voy por la calle y siento que la gente me mira". El segundo es el testimonio de Sandra: "Yo siempre he considerado que los senos de una mujer son como un símbolo de feminidad, de sensualidad".

Me recuerda a un anuncio de Dove: 'habla con tu hija antes de que la industria de belleza lo haga por ti'.



Me pregunto dónde están los límites y hasta qué punto existe una escapatoria a estas alturas, en nosotrxs mismxs, en la mirada al mundo y en la mirada al espejo.

Edito: En videos relacionados al metraje de Dove, he encontrado esta producción de Greenpeace, en la que, con la misma narración, critican la destrucción forestal por parte de la marca: 'Habla con Dove antes de que sea demasiado tarde'.


Ultrasonido

Las mujeres que aborten en Texas estarán obligadas a escuchar el latido del feto entre 24 y 72 horas antes de la intervención.

No, no es broma.


Igualdad

En 2004, la famosa paridad en las carteras mostraba cierto desajuste. Cada ministro tenía una media de 2,75 hijxs, mientras que las ministras se quedaban en 0,6 (fuente). La conciliación laboral-familiar es cosa de mujeres y si eres de clase media o alta y necesitas robarle tiempo a la casa o a la familia (en el caso de que quieras tenerlas, casa y familia) para prosperar en el trabajo, no hay problema, habrá otra mujer que pueda ser tu ama de casa. Las mujeres blancas de clase media nos seguimos emancipando a costa del ejercicio de nuevas opresiones.

Daniela Ortiz (vía María Llopis) ha recopilado una serie de fotos, todas ellas extraídas de Facebook, de entornos domésticos peruanos de clase alta. Siempre hay una empleada del hogar fuera del primer plano. Mira las 97 fotos. Una tras otra.


Día de la mujer

Hoy he estado en la proyección en la Universidad Autónoma de Madrid de Mi sexualidad es una creación artística (Lucía Egaña, 2011), un documental sobre la escena postpornográfica barcelonesa. Egaña (luzysombre) es también la autora, junto con elpueblodechina, de Porno Vegetal, del que hablé hace unos días.

No escribí ayer, 8 de marzo, porque no sabía qué escribir. Cuando empecé este blog tenía las ideas muy claras: feminismo lesbiano. Entonces llegó el atracón de Judith Butler y "devení queer". He leído tanto en los últimos meses que todavía no he tenido tiempo de reaccionar.

Lo que más me atrajo de la teoría queer es la inclusividad. Lo que yo entendía de las obras que leía era una inclusividad no buenista ni utópica, sino posible y muy reflexionada. La escena queer del Estado español que he ido advirtiendo en diferentes actos y escritos, sin embargo, nunca me ha terminado de convencer por completo. Desde mi posición actual como monógama y sin ser una persona tremendamente sexual, he sentido cierto rechazo en algunos sectores. Bien es cierto que la escena queer de la que hablo está muy relacionada con la postpornografía, por lo que no puedo pedirle más (o pedirle menos, más bien).

Cuando me he acercado a la proyección del documental de esta mañana iba llena de prejuicios y creía que no me iba a gustar. La idea que tenía era la de un grupo de cuerpos queer que habían leído un buen día Manifiesto contrasexual y a quienes, sin profundizar ni investigar más, les había dado por romper esquemas y descubrir Mediterráneos.

Pasando por alto ese elitismo intelectual asqueroso que desprendo de vez en cuando y del que trato de despojarme, el filme me ha dado una patada en la cara. No porque lxs queer postpornógrafxs hayan leído o no hayan leído más o menos filosofía postmoderna. Sino porque me ha recordado que eso no tiene nada que ver. Me pregunto ahora respecto a lo queer lo que se siguen preguntando lxs teóricos de la sexualidad respecto a si existían homosexuales antes de que se discursivizara la homosexualidad. No sé si existían queer antes de los noventa. Supongo que se diferencia de las otras categorías de identidad en tanto en cuanto refleja lo ilegible, por lo que no importa que no fuera discursivizado: lo ilegible se convierte y se convirtía en queer. Aunque contradiga todos los presupuestos postmodernos. Tampoco he pensado demasiado en ello, la verdad.

Ya seguiré ordenando mis ideas. Puede que dentro de 364 días sea capaz de escribir una entrada sobre el Día de la Mujer Trabajadora. Porque por mucho que piense en terminología, categorías y modelos de conocimiento, pasa el 8 de marzo y no me acuerdo de lo importante. Aunque puede que no tenga mucho sentido que lo haga si para ello necesito que haya una persona, "casualmente" mujer, que me haga la comida y me limpie la casa para que yo cuente con tiempo para leer filosofía feminista. A veces no me siento muy orgullosa de ser como soy, pero de eso se trata, ¿no? Identificar las opresiones que ejercemos para tratar de eliminarlas. A veces pienso que Coco Riot tenía razón: si no estás entre lxs oprimidxs, estás entre lxs opresorxs. Lo más importante es que ser oprimidx no te excluye de ser unx opresorx. Lo digo por cierta escena queer del Estado español. Y lo digo por mí. Claro. Como siempre.


Turbulencias


Cómo pudo haber caído un árbol tan grande aquí. Sin viento. Sin tormenta.

Acaban de estrenar Women without men (Shirin Neshat, 2009) en las carteleras. Tuve la oportunidad de verla el año pasado en el Museo Reina Sofía, en presencia de la directora. Apenas entiendo los apuntes que tomé entonces, pero me quedo con algunos fragmentos de lo que imagino son algunos de los diálogos.

Ya no hay vuelta atrás. Ni tampoco sosiego.

Pese a ubicar la trama en Irán y no en el mundo árabe, a veces los temas pueden desplazarse a nuestro antojo, ¿verdad? Un filme precioso para una actualidad preciosa.

Un video de una de las instalaciones de Neshat con el que me he tropezado hoy me ha traído a esta artista visual a la memoria: Turbulent (1998).



A veces no nos damos cuenta de la tormenta hasta que empiezan a caerse los árboles.