¿Ha muerto Scheherezade?


[Cuando era pequeña] pensaba que sólo había dos cosas que merecían la pena cuando me quedaba sola: la lectura y la masturbación.
Joumana Haddad (pp. 33-34)

En septiembre de este mismo año tuve la suerte de asistir a la presentación del libro I Killed Scheherazade: Confessiones of an Angry Arab Woman, un manifiesto de Joumana Haddad (Beirut, 1970), poeta y periodista libanesa conocida por la fundación y edición de la revista Jasad, una polémica revista cultural especializada "en las artes, las ciencias y las literaturas del cuerpo":

En cuanto fundé la nueva revista trimestral cultural Jasad (Cuerpo), algunos de los medios impresos o en línea árabes, mostraron su entusiasmo y sus ecos de apoyo llegaron hasta mí (...). Al mismo tiempo, sin embargo, hubo algunas extrañas reacciones y comentarios (la mayoría de las cauales llegaron por e-mail) (...)

Esto es, por supuesto, lo que uno podía esperar, me diréis, y es una reacción inevitable hacia una revista que trata las literaturas, las ciencias y las artes del Cuerpo. Para empeorar las cosas, la revista está en árabe. Y por si no fuera suficiente, la redactora jefe es una mujer. Lo que, básicamente, significa que es un cóctel Molotov a punto de explotar. ¿Qué esperabas? Me diréis.
(...)

Así es como somos, damas y caballeros:

Aplaudimos los desnudos de Robert Mapplethorpe, Man Ray y Spencer Tunick, pero por el otro lado, cuando su trabajo es exhibido en una revista cultural árabe, junto con otras obras eróticas, similares, de artistas árabes y occidentales, condescendientemente lo llamamos pornografía.

(...)

Así es como la mayoría de nosotros somos: Queremos algo y escupimos sobre ello, como dice un refrán libanés. (...)


I killed Scheherazade: Conf...
está escrito a modo de carta al lector y a la lectora occidentales (Sobre camallos, danza del vientre, esquizofrenia y otros pseudo-desastres), incluyendo una serie de capítulos que tratan de responder los estereotipos sobre la presunta "mujer árabe" que Jaddad trata de mostrar inexistente: Una mujer árabe que lee a Marqués de Sade; Una mujer árabe que escribe poesía erótica...

Intencionadamente provocador, la obra no sólo se enfrenta al prejuicio occidental, sino también al sexismo árabe, especialmente el libanés: "Vivo en un país que me odia".

Personalmente, reconozco que muchos apartados del texto me han resultado especialmente rechinantes:

Yo como mujer necesito al hombre. (...) Yo como mujer soy consciente de que el hombre me necesita también a mí. (...) Ambas identidades humanas van de la mano, cómplices e iguales, desafiando, motivando y apoyándose mutuamente, manteniéndose maravillosamente DIFERENTES.
(p.100)


¿Hay algo más magnífico que una mujer insistiendo en ganar sus batallas sin dejar de ser una mujer?
(p. 98)


Soy una mujer profesional de sueldo alto, pero odio tener que pagar la cuenta de un restaurante cuando un hombre me ha pedido una cita.
Soy una mujer intelectual, pero me preocupo por mis arrugas y por mi peso tanto como me preocupo por no haber leído todavía lo último de Kundera.
(...)
En resumen, soy lo que llamaríais una fan de la feminidad (...). Moda y cultura: alimento para el cuerpo, alimento para la mente. Belleza externa e interna, completándose y enriqueciéndose mutuamente.
(pp. 95-96)

En alguna reseña he leído que se citaba a Joumana Haddad como la Nawal Al-Saadawi libanesa. Por supuesto que no quiero quitarle mérito a I Killed Scheherazade: Conf..., pero creo que, sin ser tan críticos como As'ad AbuKhalil (del que ya hablé en mi anterior entrada), es imposible comparar el nivel teórico de una y de otra autora. Marcia Lynx Qualey, escritora asentada en El Cairo, responde por mí en su blog sobre literatura árabe:

¿Es Joumana Haddad la Nawal al-Saadawi de Líbano?
La respuesta corta: No.

No sé si ha muerto Scheherezade. Lo que tengo claro es que no ha sido Joumana Haddad quien empuñaba el arma.

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