Salvada

Querida yo:

Estaba escribiendo una carta a mi yo de hace diez años y he tenido que borrarla porque era demasiado personal. Aquí hemos venido a hablar de bolleras.

Has cumplido veinticinco años hace nada. Sí, primera noticia: cumplirás los dieciocho, y los veinte y los veinticinco. De hecho, adoras tus cumpleaños y celebras picnics multitudinarios en el Retiro con la gente a la que quieres. Que serán muchxs más de lxs que puedes imaginar ahora. 

Con trece años jugaban a pedirnos que nos mirásemos las uñas y, dependiendo de si estirábamos el dorso de las manos o si las doblábamos (creo que no me he explicado bien...) éramos más o menos femeninas. Recuerdo que estuve unas semanas practicando para que me saliera de forma natural estirarlas y que nadie pudiera acusarme de marimacho. Qué cosas.

Todo cambiará tanto que no lo reconocerías y no te reconocerías si pudieras mirar por un agujerito cómo es el futuro. Nada, absolutamente nada, será como lo imaginas. Ni siquiera puedo decirte que será mejor, porque será tan radicalmente distinto que no son realidades comparables.

La primera vez que respondí a un acosador, cuando era relativamente pequeña, me llamó fea. Iba con C. y con algunas amigas más, creo. Hasta hace muy poco no pude volver a responderles por miedo a que me volvieran a llamar fea. Pero es empezar y no parar, ya tengo repertorio para todo tipo de intromisiones.

Empiezan a preocuparte esos pensamientos obsesivos. No los de loca, esos ya no te preocupan, sino los de lesbiana. Pues para, no te preocupes por nada. Dentro de diez años leerás una novela gráfica de Alison Bechdel titulada ¿Eres mi madre? y te reconocerás en una viñeta en la que dice que, en realidad, cree que ser lesbiana fue lo que la salvó. En una entrevista dirá que ser [¿ser/estar?] lesbiana fue lo que la empujó fuera de su mente. Tú ya sabes que los libros te están salvando. Pues ay cuando descubras los libros de bolleras y de queers. Y dejarás de escribir ficción. Pero nunca te arrepentirás.

Como mi amante le dijo una vez a su madre: «No elegí esto y sin embargo si tuviera que elegir mil veces continuaría eligiendo esto. De hecho elegí esto»
Ulrika Dahl

4 reacciones

  1. ¡Fantástica -y valiente y esperanzadora- entrada! Salvando algunas cuestiones (mi yo ha cumplido 9 más y, de momento, no ha dejado la ficción), podría redirigir casi la misma misiva a mi yo adolescente que, como su nombre indica, adolecía de adolecer.

  2. Adopto para mí misma la frase de Ulrika Dahl. Pondría debajo de su nombre el mío para re-firmarlo.

    Genial entrada, pensarás que me repito como el ajo, pero después de la basura diaria que habita en mi mundo de Mordor y que tengo que gestionar todos los días, encontrarme con este espacio-blog- es como un oasis.

  3. "Y dejarás de escribir ficción. Pero nunca te arrepentirás."
    ¿Soy muy ilusa por desear que algun día vuelvas a hacerlo? ¿Y por querer leer lo que escribas?

    Comparto el sentimiento de "salvada". Creo que muchas personas lo hacemos...

  4. :)

    La adolescencia es un periodo terrible, ¿verdad? Entre las cursiladas que me gusta leer está postsecret, y recuerdo perfectamente una postal con la imagen del pasillo de un instituto y el mensaje: "Créeme, estos no serán los mejores años de tu vida". Deberían dejárnoslo claro a todxs más a menudo ;)

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