Pagando por ello


El sábado celebré mi cumpleaños (que me gusten las espinacas y que me encante mi cumpleaños son dos de esas cosas que no me pegan), así que tengo unos cuantos libros que leer, ya que tengo unxs cuantxs amigxs bien majxs. El que enganché ayer por la mañana fue Pagando por ello: Memorias en cómic de un putero (Chester Brown). Tal y como indica el subtítulo, es un relato autobiográfico sobre su relación, como cliente, con el trabajo sexual.

El libro es muy interesante y, para mí, ha sido una perspectiva diferente. Me ha gustado la banalización del sexo. Viñetas como las que abren esta entrada me recuerda a Virginie Despentes. No sé si fue ella en Teoría King Kong o si fue citada por Beto Preciado en Testo Yonqui, cuando aseguró que se había sentido mucho más explotada por el sistema capitalista heteropatriarcal trabajando como cajera que trabajando como prostituta. Efectivamente, expone también Chester Brown, hay veces que a la trabajadora sexual no le apetece especialmente ejercer su profesión, pero a mí tampoco me apetece venir al trabajo. Hay otras viñetas con trasfondo parecido, como la siguiente:




Lo compara como si no hubiera ningún problema con ninguna, y a mí me parece que, sobre todo la segunda y la tercera, son bastante violentas. De todas formas y al fin y al cabo, el matrimonio siempre fue un contrato muy similar a la prostitución, ¿no? La primera viñeta tiene también la complicación de "necesito el dinero", "no quiero hacerlo pero necesito el dinero". ¿Eso es una elección libre? Pero, ¿hay alguna diferencia entre ese "no quiero hacerlo pero necesito el dinero" y otros tantos encuadrados dentro del sistema laboral capitalista? Me gusta la cita de Despentes: "Las prostitutas forman el único proletariado cuya condición conmueve mucho a la burguesía".

Hay varias cosas que no me gustan del libro y casi todas tienen relación con la falta de análisis feminista de muchos puntos del debate. Brown iguala la prostitución masculina y la femenina (y excluye la prostitución de otros géneros) ignorando las relaciones de poder entre hombres y mujeres (y el resto de nosotrxs). El autor, además, cita a Sheila Jeffreys como única referencia de la teoría feminista en relación a la prostitución. No quiero decir que Jeffreys no sea importante, pero... en fin, teniendo en cuenta la enormidad del debate feminista en torno al trabajo sexual, centrarse en una única autora (más aún, en esta autora) es o malintencionado o ignorante. No estoy de acuerdo con Sheila Jeffreys en casi nada (ni en su relación con el sexo y el sadomasoquismo, ni con su transfobia, ni con su opinión sobre la prostitución) pero me ha dado muchísima rabia que Chester Brown haya ironizado sobre la percepción que tiene Jeffreys sobre la violencia (más amplia que la de "la otra gente", como dice él).

La obra de Brown me ha dado muchas (más) ganas de leer dos libros: Crítica del pensamiento amoroso (Mari Luz Esteban) y La prostitución (Beatriz Gimeno), con quien seguramente no estaré de acuerdo, pero con la que sé que reflexionaré un montón.

6 reacciones

  1. ¡Cuántas cosas interesantes! Yo también celebraré años esta semana,concretamente el viernes, aunque espero que sea sin espinacas ajajaja. Casualmente nombras a Sheila Jeffreys de la cual he empezado a leer "La herejía lesbiana" pero aún no tengo el criterio suficiente para hacerme una idea de las teorías que pueda mostrar, lo tengo ahí en la mesilla de noche y lo leo muy poco a poco. Leo que difieres de ella totalmente, a ver qué impresión me causa a mí. Ya me dirás qué tal el libro de Mari Luz Esteban, yo tengo en casa aún sin leer "Antropología del cuerpo" que compré hace un par de meses cuándo encontré y me extasié en la Libería de Mujeres en la cual casi me ingreso directamente porque no podía salir del recinto. Acabo de terminar de leerme La Teoría King Kong y puedo decir que es uno de esos libros que me han creado un antes y un después en muchos aspectos. Creo que no he leído nada mejor sobre prostitución y violación en mucho tiempo. Ahora estoy también con Devenir Perra de Ziga, pero bueno alterno con tantos libros a la vez que siempre me sorprende que no mezcle las historias con lo desastre que soy en general. En fin, que veo una entrada sobre libros y me vengo arriba.
    saludos.

  2. Ah, se me olvidaba, la segunda viñeta que has puesto en esta entrada deberían pasarla varias veces en las horas puntas televisivas, vallas publicitarias, centros cívicos, y en un sin fin de dispositivos más.
    Contiene la moral justa y necesaria para espabilar y repensar ciertas prácticas que se toman como cotidianas y por lo tanto algunas no se ponen nunca en tela de juicio.

  3. Yo solía pensar que eso de la prostitución no era muy distinto a trabajar en un mcdonalds. Por lo menos, cuando lo meditaba racionalmente.

    Pero un día, hablando con mi pareja, me soltó un par de comentarios que me hicieron cambiar totalmente de perspectiva. Primero, que una amiga estaba meditando dedicarse a la prostitución porque no encotraba trabajo. Y después, que él mismo se planteaba contratar a alguna prostituta en caso de que decidieramos tener una relación abierta. Fueron algo así como un par de bofetadas de realidad así muy seguidas.

    Sobre la tira en que se compara el sexo por compromiso de una prostituta con el de una pareja estable... puede, pero no tiene por qué ser así. Me refiero, si realmente no le apetece nada de nada follar con su pareja, y aun así decide hacerlo por algun tipo de presión (consciente o inconsciente), es comparable y nauseabundo. Incluso, mucho más nauseabundo que el caso de la prostitución. Pero... tal como está puesto... no es eso lo que sugiere.

    Si tengo pareja (pareja genérica en este caso, tanto puede ser hombre como mujer como trans), y no me apetece especialmente follar, pero a mi pareja sí, puedo decidir hacerlo y eso no tiene NADA que ver con la prostitución. No es lo mismo el dinero que el cariño. No es lo mismo acostarte con alguien que te gusta que con alguien que te provoca repulsión. No es lo mismo dejarte dominar cuando sabes que es mentira que cuando sabes que no lo es.

    Lo siento, me pongo visceral.

    No tengo ni idea de cual es la solución. Sé que aun tengo muchas cosas que pensar sobre este tema, especialmente, descubrir qué es exactamente lo que me cabrea tanto.

    De momento, lo que tengo claro es que no me gustaría subvencionar de ninguna manera a un putero confeso, así que no buscaré ese libro.

  4. Interesante novela gráfica!. Aunque a mí tampoco me mola lo de subvencionar a un putero confeso, así que quizá lo mejor sea esperar un poco y buscarlo en alguna biblioteca.

    Es cierto que el tema de la prostitución genera, entre las filas feministas y tranasfeministas, mucho debate y controversia (el otro día, sin ir más lejos, se inició uno de estos debates en twitter que aún quedó en el aire, a raíz de un foto de El Raval). Pero lo cierto es que, tal y como yo lo veo, la receta de la prostitución está hecha a base de patriarcado. Ahora bien, la cuestión está, como siempre, en los ojos que la mirar y, sobretod, en los que la juzgan.

    Creo que fue en Teoría King Kong, la alusión a Despentes a la explotación heteropatriarcal, y estoy muy de acuerdo con esa afirmación. El asunto es que, igual que no es lo mismo ser cajera del Día que gerente de tu propia tiendecita (que gestionas, abres y cierras cuando quieres), tampoco es lo mismo que tu trabajo sea tuyo, a que sea de quien te explota (ya sea o no sexualmente). Al final, ya lo dijo Marx, la cuestión tiene más que ver con la alienación -o no- delx trabajadorx, que con otras cuestiones morales más farragosas.

    Pero lo cierto es que -creo- es imposible deslindar lo heteronormativo del patriarcado de la prostitución si uno es hombre y heterosexual (como es el caso de Browm), y sospecho que, en el fondo, esas viñetas responden más a una especie de "autojustificación", que a la intención de poner patas arriba todo lo que hay bajo la alfombra de la prostitución, que es mucho (patriarcado, sexismo, violencia, a veces, pero también empoderamiento, independencia y desmitificación muchas otras).
    Las viñetas me parecen muy interesantes -aunque mucho más las reflexiones que por aquí voy leyendo sobre ellas), y me parece también muy valiente, por parte del autor, hacer público su condición de cliente habitual de trabajadoras sexuales, pero no creo que la posición desde la que éste se encuentra, le permita aportar otras visiones que resulten transversales al heteropatriarcado, e incluso a la tradición occidental judeocristiana que entronca con la moral de los cuerpos como objetos erotizables y, a la vez, monedas de cambio.

  5. Wow, ¡cuántas reflexiones interesantes!

    @eva uvedoble, Teoría King Kong también cambió toda mi percepción sobre el trabajo sexual y me impresionó muchísimo su reflexión sobre la violación; creo, de hecho, que todavía estoy recuperándome de ese impacto... De Jeffreys sólo he leído Herejía lesbiana, y ya verás cuándo llegues a su visión de las prácticas sexuales...

    @anarres, yo he cambiado tantas veces de opinión respecto al trabajo sexual que no se puede decir que tenga una idea clara (que sí pensada). El ejemplo que has puesto de acostarte con alguien por cariño o por dinero; yo trabajo de secretaria de recepción, por lo que preparo muchos cafés; en casa también preparo a veces el café a N., muchxs de lxs clientes a lxs que preparo el café desprecian mi trabajo y personalmente me repelen..., evidentemente no es lo mismo preparar un café para N. porque la quiero y me gusta ser agradable con ella que porque X cliente tiene que estar contentx para que el negocio funcione y a mí me paguen a fin de mes. Pero eso no quiere decir que sea moralmente reprobable el hecho de que prepare cafés por dinero. O quizá sí, toda la mierda del sistema capitalista, ¿no? Pero entonces no sé si es mucho más reprobable que ofrecer sexo. No sé, racionalmente nunca me ha supuesto ningún problema. De todas formas, ¿es lo mismo que me roben un café a que me violen? ¿Ves por qué odio la retórica?

    @SrChinaski, también es curioso (supongo que no curioso precisamente) que sea un hombre blanco heterosexual cliente habitual de trabajo sexual femenino heteronormativo quien escriba y quien tenga la voz de la narración; el autor habla mucho de la agencia y el empoderamiento de las trabajadoras sexuales (sin usar en ningún momento estos términos) pero tampoco creas que le da demasiado la voz a las trabajadoras con las que se acuesta. A mí lo que más me gustó de la novela gráfica es el debate sobre el amor romántico y sobre las relaciones de pareja. Y sí, cualquier debate sobre trabajo sexual no puede ignorar la estructura heteropatriarcal de cualquier sistema de trabajo, del que el sexual es bastante representativo...

  6. Es cierto, se echan de menos más testimonios de clientes y, sobre todo, que se complementen con los de las propias personas que trabajan en prostitución. Sería genial si en un mismo programa o entrevista pudiesen aparecer a la vez un cliente y un/a prostituta/o

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