Terrorista homicida lesbiana


Diane DiMassa creó a su personaje Hothead Paisan a principios de los noventa. Leo su argumento a través de la obra de Susana López Cepeda El laberinto queer:

Hothead Paisan y su amado gato Chicken, viven en una jungla urbana no identificada, donde los hombres blancos «hetero» asumen automáticamente su derecho a la riqueza, el poder y el privilegio. En esta ficción hiper-heterosexual, cientos de misóginos pululan por las calles en solitario o en grupo, mostrando sus genitales y gritando obscenidades a cualquier mujer que pase cerca de ellos y se le ocurra mirarlos en unas calles repletas de carteles publicitarios que muestras a mujeres invitando pasivamente a la invasión sexual y a la humillación.

En este mundo imaginario, violento y degradado, Hothead Paisan es una amazona urbana alienada, que se definea sí misma como: «una bollera socialmente extraña, no interesada por la práctica del activismo político, comecarne, le gustan los juguetes sexuales, no ha participado nunca en una protesta en Washington y está como una cabra».

Hothead se pasa los días planeando y llevando a cabo, por su cuenta, ataques estratégicos contra el enemigo. Su cuerpo es musculoso y está listo para la batalla. Su uniforme es una desastrada camiseta sin mangas, unos pantalones cortados a la altura de la rodilla, chaqueta de cuero y botas de combate estilo Doctor Martens. Sus armas incluyen granadas, pistolas, bates de béisbol y una atracción patológica por los extremos violentos que las feministas lesbianas siempre critican y aborrecen. Se trata de una vengadora solitaria cuya misión es definir un territorio seguro para las mujeres cuyas necesidades emocionales y sexuales no satisfacen las demandas de una sociedad dominada por la heterosexualidad obligatoria. Hothead Paisan es representativa de un movimiento artístico burgués y subcultural que ha ampliado un voraz mercado de consumo de «cómic queer», creado por artistas gays y lesbianas que pretenden comunicarse principalmente con una audiencia lesbiana y gay, pero al margen del circuito de grupos organizados y asociaciones.

June Fernández escribe estos días sobre la autodefensa feminista y la violencia en su blog; sobre cómo una campaña contra la violencia machista en la que se trata de empoderar a las mujeres nicaragüenses en vez de presentarlas como víctimas ha saltado muchas alarmas que la han criticado de violenta. Yo cada vez estoy más harta. Me ha hecho mucha gracia Hothead Paisan. 

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