En el último número de la revista queer online Una buena barba, descubro el proyecto Seeing Red.
Desde siempre nos han enseñado a ocultar nuestros períodos: en los anuncios de productos sanitarios no se muestra nunca la sangre, sino un extraño líquido azul. Pocos espacios sociales permiten tener conversaciones abiertas y francas sobre nuestras experiencias menstruales y el silencio impuesto por la sociedad hace que algunas personas se avergüencen de su menstruación.
La cercana conexión entre la menstruación y la sexualidad es una gran parte de cómo experimentamos este aspecto de nosotrxs mismxs y de nuestros cuerpos, y por tanto es un tema recurrente en nuestras fotografías. Mientras que la regla es algo que tienen en común la mayoría de las biomujeres, también nos interesan otros aspectos de la sangre desde una perspectiva de género, y por tanto, tener un claro lenguaje visual claro y queer es muy importante para nosotrxs.
(...)
Seeing Red trata de hacer visible la constante, pero a menudo oculta, experiencia de la menstruación. Se trata de reconocer y reivindicar la fuerza visual y la belleza en la mancha accidental, la mancha hecha a propósito, y la intimidad de la sangre.Johanna Samuelson y Anna Gibson
Me he acordado de este artículo de M en conflicto en Pikara : http://www.pikaramagazine.com/?p=3855
supernice you found our project and thank you for linking! xx
Hoy precisamente hablaba con una profesora sobre los pasos del feminismo español. Hemos obviado la visibilización del cuerpo de la mujer por una institucionalización de los roles femeninos en los 80 y ahora somos ya post-feministas, post-porno, post... Quizá necesitemos re-pensar la historiografía feminista y replantear algunos temas que no se han tocado antes de pensar que el feminismo ha conseguido todo y plantearnos un post-algo.
A mí me ha convencido esto.
Gracias, Bar Bloem! Lo leí cuando lo linkaste en tu blog, aunque de esa entrada me quedo con la imagen que pusiste ;)
Y Sara, esto que dices me recuerda al lema ese de 'I'll be a postfeminist in a postpatriarchy'. Y lo que dices me gusta, pero tengo dos objeciones. En primer lugar, que no todxs tenemos que seguir los mismos pasos ni hay una línea progresiva de la historia. En segundo lugar, que sí, que tenemos que pensar ciertos temas que nos hemos saltado, pero estar en la postmodernidad y pararse a pensar en la reconciliación con la regla como elemento de nuestra naturaleza o cosas de esas (dicho rápido y mal, lo sé, lo siento, sé que no es eso, tiendo a reducir todo lo que suena a ecofeminismo, ñic) es como debatir a muerte sobre el transcurso de algo cuando ya sabes cómo acaba, no sé, una vez te has metido en las políticas postidentitarias, no hay marcha atrás, ¿no?
En parte creo que tienes razón, pero el psotfeminismo surge porque se consideran superados muchos de los retos feministas. Algo que en España no considero cierto porque la institucionalización del feminismo en los años 80 supuso la invisibilización de demandas y campos de batalla. Por tanto, no se trata tanto de repetir historiografías de otros países como de pensar si podemos saltarnos etapas lógicas (ya sé que lo lógico es un constructo social ;). Quiero decir, aún no hemos estudiado a gente que hace 40 años reivindicaba cosas que nosotrxs hacemos ahora. ¿Por qué siguen invisibilizadxs y parece que hemos silenciado generacionalmente a la gente de los 70-80 cuando muchxs demandaban lo mismo y tenían los mismo problemas?
En cuanto a lo segundo, ahora mismo cuestiono que se pueda hablar de posmodernidad y creo que toda esa gente que nos ha metido en una teoría que nunca entendimos muy bien y que nos hicieron creer que eso era normal a base de esconder sus propias trampas, no son muy de fiar. Y desde el punto de vista moral, la posmodernidad me produce repulsión :S
Por otro lado, algunos centros de producción cultural institucionalizada ya reproducen de manera seriada las teorías postidentitarias, sacan beneficio económico de ellas, se creen muy alternativos por ello pero se basan en un sistema de dominación e invisibilización de lo disidente muy claro. Ahora las postidentidades están de moda, lo queer, trans y demás, también. Y son precisamente las personas que reclaman un mayor activismo las que siguen igual porque los discursos posmodernos no han supuesto un cambio social igual que los modernos.
(Ahora creo que me he hecho un lío, que todo lo que he escrito no tiene ningún sentido y que he mezclado todo, pero es que no encuentro ni las preguntas ni las respuestas para autointerrogarme sobre esto).
Hola Mabel, perdona mi atrevimiento pero he leído tu post y te comento:
No creo que el posfeminismo surja porque se hayan superado ciertos retos feministas, no creo que haya fases que se cierren para que otras se abran y evolucionen así. Todo fluye al fin y al cabo no se trata de objetivos superados a modo lineal y progresivo. En la actualidad se disuelven los límites. El feminismo son muchos movimientos, muchas formas de pensar y experimentar, muchas voces, un continuo cuestionamiento. No creo que la partícula “pos” designe “algo mejor”.
Igualmente la posmodernidad no es una opción teórica que alguien nos ha hecho creer, es un movimiento filosófico construido en torno a los cambios sociales y culturales que tuvieron lugar en las sociedades occidentales desde mediados del siglo XX (citando a Lyotard) Fue una reacción a la concepción moderna del mundo: positivista, tecnocéntrica y racionalista. De todas formas ya muchxs autorxs hablan de altermodernidad o transmodernidad.
Tampoco pienso que lo queer, lo trans, y la posindentidad esté de moda. En realidad no sé a qué te refieres con “estar de moda”. Que se hable de ello, que se visibilice, que nos concienciemos, que concienciemos, no creo yo que sea una moda, sino una realidad que cada vez se va haciendo más visible.
Yo sí que pienso que los discursos posmodernos han supuesto cambios sociales, políticos, culturales, filosóficos solo hay que mirar a nuestro alrededor y echar la vista atrás. Es cierto que mucha gente ya en los 70-80 reivindicaba cuestiones que seguimos en lucha pero no es el mismo contexto ni tenemos las mismas circunstancias. Es parecido pero no igual.