La princesa de un lejano reino, Ana, debe seguir la tradición y contraer matrimonio para acceder al trono. Sin embargo, no se siente atraída por ninguno de los príncipes que han acudido a pedirle la mano y su verdadero sueño es ser feliz junto a una dulce ranita. Cuando ésta le pide un beso, que por no intentarlo no sea, la rana no se convierte en un apuesto galán, como en el cuento de los hermanos Grimm, sino en una hermosa joven.
Así se desarrolla el argumento de La princesa Ana, la obra de teatro dirigida por Eva Bedmar que se exhibe en la Sala Tarambana (Madrid) durante los meses de octubre y noviembre. Se trata de una adaptación al teatro del cuento homónimo de Luisa Guerrero, autora e ilustradora que lleva desde 2005 editando historias infantiles en las que la homosexualidad es parte integrante de la historia.
Podemos seguir riéndole las gracias a los que hacen chistes sobre las iniciativas lanzadas para que reflexionemos sobre cuáles son los cuentos infantiles que queremos contarles a nuestrxs hijxs (a lo mejor preferimos quedarnos con las interpretaciones que otrxs hacen, que alababan a la Cenicienta por recibir malos tratos sin rechistar...).
Eva Bedmar defiende en AmecoPress que “los pequeños reaccionan con total normalidad y eso es precisamente lo que pretendemos: que la homosexualidad se viva como algo normal, con lo que convivimos, desde la infancia”. Son precisamente los padres y madres lxs más reacios a este tipo de obras, literarias y teatrales.
Al fin y al cabo, ningún padre y ninguna madre tiene por qué hacer referencia a su hijx a la diversidad afectivo-sexual. Al fin y al cabo, una personita de cuatro, cinco, seis..., nueve años, no piensa en parejas o en amor ni entiende de cosquilleos. Al fin y al cabo, ningún tío o padre le pregunta a su hijo por las niñas de clase guiñándole el ojo y ninguna abuela le insiste a su nieta preadolescente acerca de los pretendientes que debería tener.
Documentación interesante
COGAM: Lista de cuentos infantiles que tratan la diversidad afectivo-sexual y lista de editoriales (pdf) que promueven estas obras.
Buena iniciativa.
Yo soy madre y lesbiana (o lesbiana y madre), en este caso es lo mismo. Mis hijos de pequeños asumieron esta realidad, comentaron con sus amiguitos lo que era su madre y éstos hacías preguntas tan solo por curiosidad. Luego llegaron los comentarios de los padres que hicieron a mis hijos desear tener una madre "normal".
La mirada de los niños suele ser limpia e espontánea, los adultos somos quienes se la ensuciamos.
Muy buena entrada.
Acacia.
Eso me recuerda a todas aquellas personas que rechazaban la adopción por parte de hombres y mujeres homosexuales (como si lxs homosexuales no hubieran tenido hijxs antes de 2005) por el acoso al que se verían sometidxs en la guardería, el colegio..., por sus compañerxs. Miedo me da que mis hijxs compartan clase con lxs tuyxs, pensaba. El problema no es ela niñx, es su p/madre.
Muy grande Monique Witing. Te recomiendo sin lugar a dudas el libro "EL eje del mal es heterosexual" seguro que apasiona. Lo puedes encontrar en pdf en internet a través de la editorial traficantes de sueños, para mí supuso muchos más descubrimientos tanto personales como colectivos!
Pues a mi lo que mejor me parece es que es un cuento nuevo y deja en paz a los cuentos populares, se trata de eso, de hacer, crear, emprender un camino nuevo, aportar, para eso estan los cuentos, para enseñar.
Besinos avilesinos .
Natalie Barney, ya lo tengo en mi (nuevo y flamante) ebook, esperando a que lo coja por banda =)
Taliesin, claro que sí, recrear y adaptar no deja de ser otra manera de crear. Besos =)