(Del gr. ἕτερος y del lat. norma)
1. f.
-Buenas tardes.
-Buenas tardes, tenemos una reserva a nombre de Loreto.
-Sí, claro. ¡Anda! Perdonad, pero habíais reservado un estudio, ahora mismo os lo cambio por un apartamento doble, no os preocupéis.
(Recepcionista 1 y Recepcionista 2 conversan y deciden en qué apartamento se podría situar a N. y a Loreto)
-Pero..., no entiendo. ¿Qué problema hay con el estudio? ¿Es para una sola persona?
-No pasa nada, no es molestia para nosotros. Es para dos.
-¿Entonces? Reservamos el estudio a conciencia.
-Ya, chicas, pero es que tiene cama matrimonial.
-Exactamente.
-Pero...
(Momentos de incertidumbre. Recepcionista 1 y Recepcionista 2 miran a Loreto y a N. sin comprender, hasta que...)
-Ahhh... Pero... ahhh... Lo siento, lo siento, lo siento... Ahora os doy el estudio. Lo siento, lo siento...
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:-) Loreto, deberías haber descrito la pinta de las recepcionistas meritorias: peinado, maquillaje, ropa, joyas... todas esas cosas que las hacen sentir ellas mismas, porque si no son "así" (hetero-compliant, que dicen los anglos), sencillamente no existen.